- Diego Llorente se va al Leeds United. La Real ya tiene un principio de acuerdo con el club inglés por una cantidad algo inferior a los 20 millones de euros, que cerró en la tarde del lunes. A las 21.30 horas de ayer la entidad txuri-urdin lo publicó en su página web, aunque la directiva británica prefería esperar a los resultados de la revisión médica que el futbolista pasará hoy a primera hora en Madrid. El club del Bernabéu se había reservado entre el 20 y el 30% de la plusvalía de una futura venta a un tercero en el contrato que firmó con la Real en 2017. Como desde Anoeta pagaron unos 6-7 millones para hacerse con sus servicios, lo normal es que tengan que abonar unos cuatro millones a las arcas merengues. Pese a todo, un negocio redondo para el Consejo presidido por Jokin Aperribay, sobre todo en una época difícil por la pandemia que está motivando que el mercado se encuentre parado. No es sencillo traspasar a un defensa por esa cantidad por mucho que sea un internacional absoluto y que a sus 27 años mantenga un importante caché en el bazar futbolístico.

De esta manera, se cierra la primera operación de uno de los jugadores con contrato en vigor que anunció Imanol al final del curso pasado. La pista inicial de que algo sucedía con Llorente fue que en el encuentro ante el Madrid, además de ser suplente tras haber jugado en Valladolid, nada más comenzar la segunda parte Imanol puso a calentar a Sagnan y a Pacheco antes que al madrileño. Desde el club afirmaron que era por unos problemas físicos, pero la realidad es que Roberto Olabe ya estaba metido en plena faena negociando con Víctor Orta, director deportivo del Leeds, el traspaso del central. Al igual que sucedió con David Silva, las conversaciones fueron rápidas y secretas hasta que ayer a primera hora de la mañana Sky Sports publicó que la negociación estaba muy avanzada. El acuerdo se cerró al mediodía y si no se anunció fue por el citado requisito de la revisión médica.

La de Diego Llorente es la crónica de una marcha anunciada. Desde que se convirtió en el primer refuerzo para la temporada 2017-18, su trayectoria en la Real no ha sido precisamente un camino de rosas. Tuvo un gran comienzo, con goles incluidos tanto en Liga como en Europa League. El primer problema llegó en verano, cuando comenzó a realizar movimientos sospechosos en busca de una posible salida, haciendo gala de una sedienta ambición que convertía a la Real en una especie de club trampolín en su carrera. Sus agentes comunicaron en Anoeta que estaban a la espera de presentarles una oferta suculenta de un club importante que finalmente nunca llegó.

En la campaña siguiente, la 2018-19, su rendimiento bajó aunque se convirtió en internacional absoluto. La confianza que depositó Luis Enrique en él fue tan grande que incluso le convocó cuando estaba recién operado de una fractura de peroné que sufrió en su Leganés natal. En verano tanto el club como sus agentes escucharon ofertas y, por un momento, se llegó a dar por seguro que se marcharía a la Premier, pero ni Everton ni los Wolves llegaron hasta el precio fijado por la Real. Como además acababa de ser padre, el jugador decidió que lo mejor era esperar un curso más. En los últimos días del mercado de invierno el Mónaco ofreció 20 millones, pero la Real declinó su propuesta al no tener margen para encontrar un relevo de garantías.

Con la llegada de la pandemia todo se ha retrasado y ralentizado mucho, pero finalmente ha llegado el fuerte interés del Leeds, que se ha hecho con sus servicios al hacer una oferta algo inferior a la que presentó el club del Principado monegasco. En descarga del futbolista hay que destacar que su contrato, firmado en 2017, era el más viejo de la plantilla, por lo que sus emolumentos no se ajustaban a su condición de titular. El hecho de que la Real no entablara conversaciones con sus agentes para renovar confirma que su intención era cerrar un buen negocio con un traspaso para luego traer a un sustituto por una cantidad inferior.

Lo cierto es que Llorente se va sin triunfar en la Real y sin dejar un gran recuerdo. Ni en el vestuario, donde no ha sido el clásico futbolista que se ha integrado con facilidad, ni para una afición en la que siempre ha tenido muchos detractores. Vista la valoración que tienen de él fuera de Zubieta, habrá que ver si no se le ha menospreciado por estos lares. El tiempo dará y quitará razones...

El jugador quería salir y

la Real siempre estuvo abierta a una venta, como lo confirma que nunca intentó renovar su contrato

El Madrid percibirá una cantidad que rondará los cuatro millones al haberse asegurado por contrato el 30% de la plusvalía