Muchas veces no nos damos cuenta o se nos olvida, pero la Real tiene un equipazo. Lo comentan en privado los entrenadores de Primera. El conjunto txuri-urdin acabó aplicando la ley del más fuerte para golear a un Elche inferior que lo único que hizo fue tratar de evitar que le cayera un saco de tantos. Fue el clásico encuentro que vemos en la televisión en el que un club grande encara a un rival pequeño que lo reduce todo a una estrategia muy defensiva para evitar que no marque. A la Real ya le respetan. Le han visto jugar el año pasado y saben que les puede machacar en cualquier momento si no tomas las precauciones necesarias. Con un par de sustos, fuertes, uno de ellos con el 0-0 y el otro con el 0-1, los de Imanol fueron infinitamente superiores a los locales y acabaron noqueando con los suplentes a un contrincante que tenía poco que hacer con su verdadero nivel.

La clave del encuentro fue una espera a la llegada del primer gol, que tardó bastante porque en la primera parte los donostiarras se vieron bastante bloqueados ante el ordenado entramado defensivo alicantino. Cuando Portu desniveló el duelo a pase de Merino ya todo fue cuesta abajo.

Los entrenadores y directores deportivos suelen tener varias máximas que aplican a la hora de confeccionar sus plantillas cada año. Algunos también demuestran poseer sus propias manías personales, como es normal, antes de afrontar varias operaciones que luego marcarán su destino. Una de ellas, por ejemplo, es no fichar a jugadores cuyo equipo ha descendido porque quien más o quien menos tiene asimilada la dinámica negativa de perder tantos encuentros. Otra, que es bueno enfrentarse a los grandes en los albores del campeonato porque todavía no han alcanzado su velocidad de crucero que les convierte prácticamente en imbatibles. Y, en ese mismo sentido, no es bueno batirse contra recién ascendidos precisamente por lo contrario, porque están acostumbrados a ganar y muchas veces lo consiguen por inercia. El Elche era un caso excepcional, porque no estaba Pacheta, que fue su Panoramix con su fórmula mágica, y porque la confección de su plantel le convertía en un auténtico desconocido. Pero estaba acostumbrado a ganar, que conste en acta. Imanol repitió el mismo once con la única novedad de la entrada de Silva por Barrenetxea. La prensa solo ha visto un entrenamiento, pero llama mucho la atención que el sacrificado para que entre el canario, que, aunque tenga molestias hay que hacerle paso poco a poco dado que su nivel es diferencial, fuese Barrenetxea. El donostiarra se encontraba a un nivel excepcional y si para dar entrada a Silva, que será titular indiscutible obviamente, hay que sacarle del once de forma recurrente, Imanol se estará equivocando. A ver si nos damos cuenta de una vez, Barrenetxea es un avión, esa es la palabra que utilizan muchos de sus compañeros para definirle. Que no se nos olvide. Aunque tampoco podemos obviar que el martes hay otro partido contra el Valencia y el técnico podía esconder sus cartas y reservar a uno de sus ases.

La otra noticia relevante fue la ausencia de un Monreal ya recuperado de su lesión para que siguiera Aihen, que cuajó una actuación notable ante el Madrid y probablemente se ganó su continuidad.

El nuevo entrenador del Elche había anunciado que iba a jugar con un 4-3-3, pero mintió y finalmente se decantó por un 5-4-1, como se esperaba. Con un planteamiento muy conservador, esperando en su campo a los blanquiazules. Como no podía ser de otra manera, el primer tiempo fue un monólogo txuri-urdin. A los dos minutos, Isak no aprovechó el primer regalo de Silva; y a los seis, en el primer robo en la salida del balón de los locales, el sueco vio cómo su disparo lo cortó un zaguero. Los alicantinos se estiraron poco, aunque Morente probó suerte con un disparo que se marchó alto. La mejor acción antes del entreacto fue un servicio de cuchara de Silva a Aihen, que no supo empalmar. Al minuto siguiente, Josan se adelantó al lateral navarro y Remiro salvó a los suyos con una providencial parada con el pie.

Desde ese momento, la Real se adueñó de la situación, con posesiones largas y presión alta que le permitió robar varios balones, pero la única oportunidad clara que generaron los donostiarras fue un acrobático remate de tacón de Isak al larguero a centro de Gorosabel. La sensación camino de los vestuarios es que no se le podían escapar los tres puntos a una Real infinitamente superior a un Elche muy limitado y demasiado osado en la salida de la pelota.

En la reanudación, el cuadro de Imanol se volcó en busca del tanto que cambiara todo y, a los dos minutos, Le Normand se topó con el meta local tras un gran centro de Gorosabel, a quien dio ventaja, cómo no, Silva. El lateral volvió a poner otro servicio perfecto a Merino, que no logró acertar. La llegada del tanto realista era una cuestión de tiempo y se produjo en el minuto 55 en una acción en la que Oyarzabal dio ventaja a Merino y su asistencia, maravillosa, la aprovechó un Portu que había lanzado su habitual desmarque al espacio. Pocas cosas más complicadas que encontrar su sitio a las espaldas de la zaga. Mucho mérito del murciano. Después de un susto grande, con un paradón extraordinario de Remiro a chut a bocajarro de Pere Milla, la Real mejoró con los cambios y no tardó en sentenciar el duelo. Bautista no encontró los palos a pase de Gorosabel; y, a los 75 minutos, Januzaj provocó un penaltito que no dudó en transformar en ausencia de Oyarzabal y Willian Jose. Barrenetxea también probó suerte; y Roberto López, a la segunda, logró el tercer tanto que coronó una buena actuación de los blanquiazules. El servicio para que anotara un obús con la derecha se lo dio un Merino que ya nadie discute el protagonismo capital que adquiere en este equipo. Le buscan y cuando le encuentran genera fútbol y goles. Un jugadorazo.

Y se acabó. Tres partidos y cinco puntos. El Real Madrid ya ha pasado por Anoeta y se han liquidado dos salidas complicadas, como Valladolid y la de un recién ascendido como el Elche. La Real necesita hacer el mayor acopio de puntos posible antes de que llegue la competición europea que le va restar muchas energías. Con muchísimas bajas, a la espera de otro central que llegará en las próximas horas y con muchos jugadores por debajo de su nivel habitual, el bagaje no es nada malo.

Lo mejor es que ahora afronta dos partidos seguidos en casa, de esos que da pena no poder disputar con la grada entregada, pero que sin duda prometen bastante para poder instalarse en la zona noble con los mejores. Con los que tiene que estar. Por eso son tan buenos. Por eso les respetan tanto. Y por eso pueden acabar machacados, como le sucedió ayer al Elche. Que sí hombre, que son muy buenos. Al tiempo.

La escuadra txuri-urdin no encontró el gol en una primera parte en la que apenas generó ocasiones y en la que Remiro firmó una gran parada

En la segunda parte, los realistas se lanzaron a por el tanto que sentenciara el duelo y lo encontraton en una acción entre Merino y Portu

Januzaj y Roberto López, que salieron del banquillo, sentenciaron el choque con otros goles de penalti y con la derecha, respectivamente