- La Real no tiene prisa en mover ficha en el mercado para encontrar un sustituto. Si alguien pensaba que la operación de Llorente se había acelerado porque Roberto Olabe ya tenía cerrado un recambio, estaba equivocado. En principio, su estrategia va a ser esperar a que se puedan dar las condiciones necesarias para afrontar una operación que, a priori y en condiciones normales, no estaría a su alcance. Sin duda, la mejor señal de que, a pesar de los alrededor de quince millones que se van a ingresar por Llorente, las arcas realistas no están demasiado boyantes y que la crisis del COVID-19 también ha hecho mella en su economía.

Lo que tienen muy claro en Anoeta es que no van a cometer ninguna locura en tiempos de guerra, e incluso una voz autorizada no descartaba ayer que no fueran a fichar a nadie, sobre todo en el hipotético caso de que Sagnan no saliera cedido. Y recordaba la enorme confianza que se tiene depositada en las posibilidades de Pacheco. Otra variable que tienen muy presente los técnicos de Zubieta es que con la deslumbrante irrupción de Zubimendi y la ansiada recuperación de Illarra todo parece indicar que Imanol piensa retrasar la posición de Zubeldia casi de forma definitiva. Lo que es seguro es que ni se plantean traer a dos zagueros.

Aunque suene muy bien la apuesta y la confianza en la cantera, todo hace suponer que la Real moverá ficha para reforzar un puesto clave como el de central. Como viene informando este periódico, el favorito continúa siendo Mario Hermoso, aunque la fórmula que cada vez parece más clara sería una cesión con opción de compra. Algo que a día de hoy no interesa en el club rojiblanco, que necesita hacer caja para cerrar su plantilla. El hecho de que Giménez diera positivo ayer por coronavirus no ayuda demasiado. Tampoco se puede descartar que el futbolista cuenta con un gran cartel en un mercado donde no abundan centrales zurdos. Si finalmente viene, tendrá que hacer un guiño importante a la Real, que espera paciente consciente de que encajaría muy bien en su proyecto.

A falta de nuevos tapados, la otra opción sería la del espanyolista Cabrera, que cuesta 10-12 millones y que está como loco por venir. No parece que piensen invertir tanto...