- La Real, en esta ocasión sí, ha cumplido con creces el objetivo que se había marcado al principio de temporada, hace un año ya. Y no solo ha alcanzado una de las metas pretendidas, clasificación para disputar una competición europea dos años más tarde, sino que el éxito ha sido doble al conseguir llegar a una final de la Copa 32 años después. Y todo esto en la temporada más complicada y triste, la que ha sido sacudida, como al resto de la sociedad, por una inesperada y devastadora pandemia que provocó que la competición estuviera parada durante tres meses.

Con mucho sufrimiento, eso sí, pero la Real consiguió acabar en sexta posición la Liga, y evitar las previas de la Europa League, tres puestos por encima de la plaza que ocupa en el ranking de presupuestos de Primera División.

Incluso llegó a peligrar el puesto europeo en las jornadas finales, aunque otro dato que avala la brillante temporada que ha protagonizado el equipo txuri-urdin es que, a lo largo de todo el curso, solo ha permanecido tres jornadas fuera de las plazas que otorgan un billete continental europeos -en esta ocasión, los siete primeros puestos tras el acuerdo alcanzado entre la propia Real, el Athletic y la Federación Española de Fútbol para que la final de Copa se pudiera disputar la próxima campaña-. En la jornada inaugural, tras empatar a uno ante el Valencia en Mestalla -el conjunto guipuzcoano fue undécimo-; en la cuarta jornada, después de perder el derbi de San Mamés (2-0) -cayó a la decimotercera posición-; y en la 22ª al perder en el campo del Leganés (2-1), fueron las tres oportunidades en las que los realistas estuvieron por debajo del listón europeo.

Una trayectoria que evidencia el buen papel realizado por el cuadro de Imanol, que sufrió su peor momento en la reanudación liguera, en la que acusó un bajón alarmante de juego, las numerosas lesiones, que hizo al técnico recurrir al filial en varias ocasiones -como prueba, la consolidación de Martín Zubimendi-, y, sobretodo, los errores arbitrales que supusieron la merma de puntos en la clasificación. Esto quiere decir que en la denominada Liga del COVID-19, es decir, teniendo en cuenta las once últimas jornadas, la Real ha acabado en la decimoquinta posición tras sumar diez puntos en estos once partidos. Este pobre bagaje lo ha podido compensar con la magnífica actuación firmada anteriormente, que le llevó a ocupar puestos de Champions, el cuarto lugar, cuando LaLiga decidió suspender el campeonato. Después ya no pudo mantener el ritmo de otros equipos como Sevilla o Atlético.

No obstante, con 56 puntos, la escuadra blanquiazul ha conseguido clasificarse para Europa con su menor puntuación desde que las victorias en la competición doméstica se cuentan por tres puntos o en lo que llevamos de siglo -en total, en cinco ocasiones-.

Este logro, el de clasificarse para la final de la Copa y para Europa -por la vía liguera, es decir, finalizando entre los seis primeros- al unísono, la Real solo lo pudo alcanzar en una ocasión, en el ejercicio 1987-88 -en el que fue subcampeón tanto de Liga como de Copa-. En la campaña anterior, en la que ganó el torneo del KO, también se clasificó para Europa pero por la vía copera al quedar en la Liga octava.

Y todo esto con una plantilla cuya media de edad es la más joven de la categoría, 25,6 años. Por tanto, a este exitoso presente se le suma un prometedor e ilusionante futuro.

45

partidos: 23 ganados, 14 perdidos y 8 empates.

29

jugadores ha utilizado Imanol en la presente temporada, cuatro del Sanse.

25,6

años tiene de media la Real, la más baja de los equipos de Primera División.

El equipo txuri-urdin solo ha permanecido tres jornadas fuera de los puestos europeos a lo largo de toda la temporada

Únicamente en una ocasión se había clasificado antes la Real para una final de Copa y había quedado entre los seis primeros, en la 1986-87