erano de 2004. Tiempo de cambios en la Real Sociedad. Raynald Denoueix acababa de abandonar el club. José María Amorrortu llegaba al banquillo. Y se avecinaba movimiento en la plantilla, especialmente en el centro del campo. El club fichó a Mikel Arteta, procedente del Glasgow Rangers. Xabi Alonso se marchó al Liverpool. Pero el modo en que se dieron las cosas ofreció a ambos la oportunidad de formar un doble pivote de quilates con la camiseta txuri-urdin y que ya habían conformado defendiendo, de niños, la camiseta del Antiguoko. Sucedió en el campo del Everton, en un amistoso veraniego que la Real empató (2-2) contra los toffees. El cuadro guipuzcoano, muy superior en la primera parte con Arteta y Alonso a los mandos, se adelantó con goles de Nihat y Kovacevic. Antes del descanso, marcó para los locales Thomas Gravesen de penalti. Y en la segunda mitad, con los centrocampistas blanquiazules sustituidos en el intermedio, igualó Kilbane.

Solo meses después, donostiarra y tolosarra compartían ciudad, Liverpool, tras los traspasos de ambos. Y es que Arteta recaló en el propio Everton en enero, después de una breve y negativa experiencia como txuri-urdin. Inició la temporada como titular. Pero Amorrortu nunca llegó a encontrarle acomodo en el 4-4-2 realista y el centrocampista enseguida quedó relegado a la suplencia habitual. Su sentencia llegó mediada la primera vuelta, en dos partidos consecutivos contra Espanyol y Mirandés. Una semana antes, el ingreso en el campo de Arteta, en Los Pajaritos ante el Numancia, había reactivado al equipo para ganar (0-2). Y el entrenador repitió maniobra frente a los pericos, con empate en el marcador. Arteta perdió un balón que significó el 0-1 (cayó la Real 0-2). Y tres días después disputó los 120 minutos en la fallida eliminatoria de Copa en Anduva. No volvió a ser titular. Y, cuando se detuvo el famoso partido del Bernabéu por un aviso de bomba, el donostiarra puso fin, aún sin saberlo, a su trayectoria de blanquiazul.

Seis temporadas y media en el Everton y cinco en el Arsenal le permitieron brillar sobre el césped en la Premier, antes de retirarse y ejercer de segundo de Pep Guardiola en el Manchester City. Desde navidades entrena al propio Arsenal, con buenos resultados y un pequeño susto. En marzo se contagió de coronavirus. Ya está recuperado.

Comenzó la temporada 2004-05 como titular, pero Amorrortu no le encontró acomodo en el 4-4-2 que utilizaba aquella Real