- Imanol está triunfando por todo lo alto.

-Sorprender€ La Real está haciendo una temporada espectacular y él es uno de los culpables. Los que conocíamos a Imanol sabíamos cuál era su manera de trabajar. Cuando me tocó entrenar con ellos después de la lesión, exigía una intensidad enorme a todo el mundo y luego se refleja en el campo. Es un trabajador nato, que está bien acompañado y la gente está respondiendo. Están haciendo una temporada muy buena.

¿Cómo es de puertas hacia dentro?

-Parecido. Daba las charlas de una manera muy serena, pero había un momento en el que pegaba un cambio y parecía que estaba poseído. Era su manera de entrenar, de ver el fútbol y en el campo ya lo ves, todo el rato pendiente, encima, exigiendo, gritando si hay que gritar, animando si hay que animar, y creo que él tiene una manera de ser que va con ella hasta el final. Es una buena forma de mantener al grupo siempre preparado.

¿Más motivador o más táctico?

-Tiene muchas cosas de todo y, como entrenador, creo que es muy bueno tácticamente. Además, está rodeado de analistas€ El fútbol ha evolucionado mucho en ese sentido, pero gente que ha estado con él en el Sanse siempre ha dicho que era un gran entrenador. Él tiene que saber cómo es su equipo y cómo quiere jugar y contar con un buen trato con los jugadores. Para mí, es fundamental y en mi carrera deportiva ha primado siempre más saber llevar al grupo que las cuestiones tácticas o de técnica.

¿El técnico ideal para la Real?

-Imanol es el primero que sabrá que esto va por rachas y este año estás muy bien y dentro de dos meses cambia todo. Ahora mismo es el entrenador que conoce los valores de la Real y los plasma de una manera que no le tiembla el pulso para nada; no deja de hacer cambios, tiene a todo el mundo siempre preparado y el equipo va de una manera perfecta. No hay ningún problema en el vestuario, compite muy bien y eso hace ver que a día de hoy es el entrenador idóneo.

¿Algo que le impactó de él?

-Me acuerdo que en el primer partido te pegaba unos abrazos y unos golpes en el pecho que salías sin aire. Es la manera que tiene de vivir la previa de los duelos, los encuentros y las charlas; y una manera de actuar que sabe que es un poco cómica.