- El secreto de la temporada realista y la gran diferencia respecto a la temporada pasada reside en su temible arsenal ofensivo y su facilidad para ver puerta. Si nos ceñimos a las estadísticas de la Liga, salta a la vista que en las 27 jornadas disputadas, el balance de goles a favor ha pasado de 32 a 45, es decir trece más, mientras que el de recibidos se mantiene en 33, uno más de los que se encajaron el curso anterior a estas alturas.

Su explosión realizadora no ha pasado inadvertida en el campeonato, en el que se ha convertido por méritos propios en uno de los equipos de moda y en el que más conquista a los prestigiosos comentaristas de buen paladar. Hasta la suspensión, la Real era el tercer conjunto más goleador, solo superado por el Barcelona, que lleva 63, y el Madrid, con 49. Una cantidad que, visto lo visto, hasta podría estar al alcance de los de Imanol. Por detrás figuran clubes que se han gastado un auténtico dineral para apuntalar su ataque, como Villarreal (44), Sevilla y Betis (39), Valencia (38) o Atlético (31). Su mandato en la Copa no encuentra discusión, con 24 goles en seis partidos, el que más con diferencia del torneo y el único que ha contado sus seis comparecencias con victorias.

Si entramos en un análisis detallado de los goles y asistencias, llama la atención la irrupción de Alexander Isak. Con catorce goles, repartidos a partes iguales en Liga y en Copa, el sueco se ha erigido en la sensación txuri-urdin de la temporada. Llegó sin hacer mucho ruido pese a que los expertos de fútbol internacional advertían de su prometedora calidad, pero aquí primero sorprendió a todos con sus cualidades y después, cuando se le necesitó por la deserción momentánea de Willian José, explotó hasta el punto de convertirse en el nuevo ídolo de la parroquia blanquiazul. Además de su extraordinario botín de dianas en su primer año, en el que ha hecho trizas el famoso mito de la dificultad de adaptación de un punta joven en un fútbol nuevo, también ha dado tres asistencias, dos de ellas en Copa (una magnífica en su noche mágica en el Bernabéu). Por si fuera poco, también se ha metido en el bolsillo al vestuario, por su nivel y su carácter, ya que no ha elevado nunca la voz cuando no jugaba ni cuando le hizo un par de feos el que jugaba en su puesto.

Si computamos el global de tantos y pases decisivos, un año más, el mejor es el rey de la regularidad y la constancia. Mikel Oyarzabal, al que muchos achacan haber bajado su aportación; ha logrado ya diez dianas, dos de ellas en Copa y seis desde los once metros. Pero, por si fuera poco, ya ha dado diez asistencias, tres de ellas en el torneo del KO. Si lo comparamos con el curso pasado, a estas alturas había logrado un gol más y ocho pases de gol menos. Que se dice pronto. Al igual que Isak, dos de los grandes perjudicados por el aplazamiento de una Eurocopa en la que tenía plaza asegurada.

El indultado Willian José iguala el mismo número de goles, nueve, pero aún no ha dado ninguna asistencia, cuando la campaña anterior había dado tres. Detrás de la irrupción de Isak, no muy atrás, aparecen otros dos refuerzos de postín, como Portu y Odegaard. El murciano, que desde el primer día ofreció la sensación de que llevaba toda su vida en Zubieta, ha aportado siete goles y nueve asistencias, una en Copa. Mientras que el noruego, sensación en el campeonato por la vigilancia del madridismo, ha firmado siete dianas, tres de ellas en Copa, y ocho pases decisivos, cinco en Liga. No se puede pasar por alto la aportación en estos capítulos de Januzaj, que ha marcado seis goles, cuatro en Copa, y ha regalado cuatro tantos, y de Merino y Barrenetxea, que acumulan cuatro dianas, y que por fin los defensas vuelven a aportar en ataque con los dos tantos que lograron Monreal y Le Normand.

En resumen, a la Real se le caen los goles esta temporada. Principal motivo por el que Anoeta respira aires de bonanza.

Goles

Asistencias

Goles

Asistencias