- ¿Por qué los clubes apuran a la hora de dar por interrumpida su actividad? Algunos han cesado los entrenamientos por causas de fuerza mayor: el Real Madrid, con un positivo por coronavirus en la plantilla de baloncesto; el Leganés, con su director general contagiado; o el Alavés, con trabajadores de su organigrama técnico habiendo contraído la enfermedad. Sin embargo, otros equipos intentan o han intentado mantener los entrenamientos, en una circunstancia motivada por el panorama que aguardaría tras un hipotético regreso de la competición. El calendario no concede tregua. Si los partidos pendientes pudieran celebrarse, lo harían metidos con calzador en la agenda. Y todo ello reduciría a la mínima expresión la posibilidad de entrenar antes de los mismos.

Elucubrar respecto a posibles fechas de reanudación no conduce a nada. Pero el horizonte sí parece esperar con un aspecto muy claro en caso de que la competición regresara. Los primeros encuentros se celebrarían (con o sin público) inmediatamente después de la luz verde sanitaria. Y esto nos llevaría a asistir a duelos entre equipos muy carentes de ritmo y de rodaje. Las plantillas tratan de mantenerse en forma de la mejor manera posible, atendiendo siempre a una situación general que lo viene condicionado todo y que apunta a hacerlo aún en mayor medida.