Donostia. Fue un resultado sorprendente. El Rosenborg empató ante un Zenit que hizo el 1-1 en el último minuto en Noruega. Se frustró así lo que apuntaba a clasificación virtual (que no matemática) de la Real para los dieciseisavos de final. Los txuri-urdin sí obtendrán el billete si igualan dentro de tres semanas en Trondheim. Pero no podrán permitirse perder el encuentro, porque los escandinavos se situarían así a solo dos puntos y obligarían prácticamente a los de Eusebio a sumar en la última jornada ante el potente cuadro ruso.
En el asequible partido que el Rosenborg tiene en esa fecha final (en Skopje) radica el peligro. Y es que los noruegos no superarán al conjunto txuri-urdin en la tabla en la próxima jornada. Pero la victoria sí les dejaría en disposición de rebasar a la propia Real en el partido final, cuando los de Eusebio recibirán al Zenit. La cara positiva del empate de los rusos ayer, mientras, reside en que si la Real gana en Noruega habrá visto allanado su camino hacia el liderato final del grupo. Conquistarlo ya no pasaría por remontar en casa el 3-1 de San Petersburgo. Simplemente requeriría ganar a los de Roberto Mancini, aunque fuera por la mínima.
Rivales de postín La ronda de dieciseisavos de final abrirá a partir del próximo mes de febrero la fase de la Europa League dirimida a base de eliminatorias. Independientemente del rendimiento de la Real en la liguilla e incluso de si los txuri-urdin terminan conquistando o no el liderato de su grupo, el panorama en el segundo torneo continental se está complicando, ya que muchos equipos potentes se suman poco a poco a una pugna por el título que a priori no parecía destinada a ellos.
Aunque aún resta mucha temporada por delante, es el caso de dos conjuntos a los que la competición les podía venir pequeña, pero que van a terminar viendo en ella una vía de escape, en forma de billete para la próxima Champions (el campeón se clasifica para el máximo torneo europeo). Se trata de Arsenal y Milan, que caminan con paso firme en la Europa League mientras sufren para ocupar las posiciones delanteras en sus respectivos campeonatos nacionales. Son clubes que no pueden escatimar en esfuerzos para competir el año que viene en la élite continental, y la final de Lyon puede suponer la mejor oportunidad. El ejemplo del Manchester United la pasada campaña lo ilustra a la perfección.
Por otra parte, las sorpresas en las distintas liguillas de la Champions apuntan a enviar a la Europa League a tres entidades cuyo nombre infunde respeto por sí solo. Salvo sorpresa, Atlético de Madrid, Borussia Dortmund y Nápoles se sumarán en febrero a la nómina de candidatos para alzarse con la Europa League, ya que parecen destinados a la tercera posición de sus grupos. La antigua UEFA sigue siendo un torneo que depara a la Real ilusionantes opciones de llegar muy lejos, pero hay circunstancias que no están acompañando.