Donostia - La Real se prepara para defender a capa y espada su liderato. Los blanquiazules saben que ser primeros en la jornada 2 no es más que una anécdota, pero también le conceden el lógico valor psicológico. No hay que olvidar que la última vez que encabezaron la clasificación fue en la maldita penúltima jornada de la temporada 2002-03, cuando el equipo de Raynald Denoueix cayó 3-2 en Vigo sepultando sus opciones de alcanzar su tercer título liguero. Catorce años son muchos, sin duda, lo que todavía invita a pensar en un duelo de máxima expectación en la siguiente visita de sus verdugos en aquella ocasión, en lo que supondría una rivalidad con marcado sabor añejo. Eso sin pasar por alto que los de Zidane perdieron dos puntos ante el Valencia en la segunda jornada.
Pero para conseguir mantenerse como líder, la Real también deberá vencer en Riazor. Esto supondría comenzar el campeonato con tres victorias consecutivas. Un pleno que no ha logrado a lo largo de toda su historia, ya que, como bien sabemos por estos lares, tampoco es que suela ser uno de sus puntos fuertes. Como bien repetía, con su habitual ojo clínico, John Toshack, “en Donostia se habla de fútbol cuando acaban las regatas”.
Tienen mérito los de Eusebio, que han reprendido la mecha de la ilusión que despertaron entre su afición la pasada campaña. Pese a que resulta complicado imaginar que lleguen tan lejos como la última vez que fueron primeros, lo que sí pueden hacer es superar ese registro inicial. En 2002, en el tercer encuentro y después de dos victorias frente al Athletic y el Espanyol, no pudieron pasar del empate frente al Betis en un épico encuentro muy bien disputado por los blanquiazules, que vieron cómo se les iban dos puntos de forma inmerecida. Si hablamos de heridas sin cicatrizar más recientes, ahí queda el 5-1 del curso pasado en Riazor, frente a un necesitado Deportivo.
Una de las cuestiones que más han llamado la atención en este comienzo txuri-urdin es el nivel de confianza mostrado por la plantilla. A pesar de contar con bajas significativas, como son las del pilar indispensable en la defensa, Iñigo Martínez, y el llamado a ser su incorporación estrella, Adnan Januzaj, sumado al escaso recorrido de Carlos Vela, los blanquiazules han acreditado una suficiencia y una poderosa autoestima que le faltaron en momentos puntuales la pasada campaña.
Sin ir más lejos, en su primera comparecencia en casa, golearon con solvencia y brillo al Villarreal. Los amarillos son uno de los más firmes candidatos a regresar a Europa después de volver a confeccionar una plantilla de mucho nivel. Pero es que la Real, que por momentos fue el conjunto del campeonato que mejor fútbol desplegó, lo que caló hondo entre los suyos, solo consiguió sumar una victoria ante los adversarios que certificaron posteriormente su clasificación para competir en el viejo continente. Fue contra el Atlético en Anoeta, cuando se impuso por 2-0, gracias a dos dianas desde los once metros.
En lo que respecta al resto de encuentros, cayeron en los dos duelos ante el Real Madrid, el Villarreal y el Athletic; y solo pudieron arrancar un empate frente al Sevilla, en el Sánchez Pizjuán, después de sucumbir con estrépito por 0-4 en Donostia, y ante el Barcelona (pese a una actuación mayúscula en el 1-1 de Anoeta; en el del Camp Nou perdieron). La parroquia realista aguarda una exhibición completa en Anoeta, parecida a la del Villarreal, pero ante uno de los gigantes. Y si es desde lo alto de la tabla, aún mejor. Sin vértigos.
Rivales europes
Real (6º)-Real Madrid (1º)0-3
Real Madrid-Real3-0
Real-Barcelona (2º)1-1
Barcelona-Real3-2
Real-Atlético (3º)2-0
Atlético-Real1-0
Real-Sevilla (4º)0-4
Sevilla-Real1-1
Real-Villarreal (5º)0-1
Villarreal-Real2-1
Real-Athletic (7º)0-2
Athletic-Real3-2