donostia - Las declaraciones de Yuri Berchiche y el alta médica recibida por Carlos Martínez han vuelto a poner de actualidad la situación de los laterales en el primer equipo txuri-urdin. Probablemente las dos demarcaciones que más polémica y controversia han generado a lo largo de este verano.

A lo largo de los últimos años, Zubieta se ha convertida en una prolífica cantera de mediocentros, casi a la misma altura que la Masía cuya producción del “4 de Cruyff” alcanzó una dimensión mundial. Ahí están los casos de los internacionales en distintas categorías como Xabi Alonso, Asier Illarramendi, Mikel Aranburu, Markel Bergara... O los más recientes de Ros, Pardo y Zubeldia. La explicación que muchas veces se ha dado es que en Gipuzkoa muchas veces sitúan a los mejores de los equipos en esa posición.

Menos justificación que de un tiempo a esta parte hayan comenzado a llegar y salir laterales derechos. En este momento, y pese a que el debate siempre estará sujeto a opiniones, ese puesto se encuentra, al menos, el mismo nivel que el resto. Pese a la debatible marcha de Joseba Zaldua, quien decidió emigrar para buscar oportunidades para ganar en confianza y madurar cedido en el Leganés, Álvaro Odriozola y Carlos Martínez conforman una dupla solvente para el curso. El donostiarra se ha convertido en una de las apariciones más ilusionantes y meteóricas de los últimos años. Pocos futbolistas de banda de la Liga producen un caudal ofensivo tan abundante. Mientras que cada vez que se ha encontrado en óptimas condiciones para jugar, Eusebio ha apostado por Carlos Martínez. El técnico valora mucho su agresividad y sus centímetros para defender el área por arriba. Sobre todo en las jugadas de estrategia rivales. Por si fuera poco, y aunque parece que por fin le han asignado definitivamente la misión de central, mientras el de Lodosa no se recupere del todo, siempre quedará Aritz. Con lo que pocos contaban es que en el Sanse esta campaña han llegado dos laterales que apuntan alto, como Gorosabel y el joven internacional Ujía.

Al igual que sucedió el curso pasado, el flanco izquierdo parece la pata que puede flaquear en la Real. El verano pasado se quedaron con Yuri, que estaba en clara línea ascendente, y un Héctor, quien todavía no acreditaba ser fiable en Primera División. Tras la espectacular campaña de Yuri y su venta al PSG, la dirección deportiva ha sorprendido a todos al apostar con firmeza por un Kevin que solo había participado en dos encuentros en la elite hasta el estreno de Vigo. Para completar la plantilla, optaron por repescar a De la Bella, el descarte del verano pasado lo que, se mire por donde se mire, es una decisión cuando menos sorprendente y discutible.

De momento, a Eusebio no le ha temblado el pulso con el de Baiona, que seguro que cometerá errores y le costará defender en duelos exigentes, pero que parece tener el suficiente potencial y un importante margen de mejora. Un camino que deberá recorrer ya por su cuenta, ya que la dirección deportiva le ha servido en bandeja la oportunidad de su vida. Si baja la guardia, ahí estará la experiencia de De la Bella. En la cantera solo aparece Arrieta, al que todavía le queda recorrido para convertirse en una alternativa de garantías.