donostia - Iñigo se queda. Pese a que en el seno de la propia Real existían sospechas de que en las últimas semanas el desorientado Barcelona volviera con el importe de la cláusula antes del cierre de mercado, sus apurados planes pasan por los fichajes de dos futbolistas de corte ofensivo. Lo cierto es que, pese a que pasó bastante inadvertido, Ernesto Valverde ya dejó claro en la rueda de prensa previa al encuentro del Alavés que se conformaba con los defensas que tenía y que no iban a fichar a otro central. Como el Barcelona está como está, nadie acabó de creerlo del todo hasta el punto de que en la Cadena Cope, Emilio Pérez de Rozas, que mantiene una muy buena relación con el entrenador azulgrana, llegó a manifestar la noche del lunes que los dos refuerzos de última hora del Barcelona iban a ser “Coutinho e Iñigo”.

El caso es que a falta de pocas horas para el cierre del mercado, el Barça ni ha vuelto a llamar ni ya se le espera. En la Real ya están bastante más tranquilos y se muestran convencidos de poder seguir contando con uno de los principales pilares de su plantilla. Desde que, de forma más que sorprendente y por razones nunca confirmadas, la entidad blaugrana echó marcha atrás, Iñigo se ha centrado en trabajar como uno más en Zubieta preparando la campaña txuri-urdin. Al contrario que otros compañeros, no ha presionado en ningún momento para que la Real accediera a negociar su cláusula de rescisión, que asciende a 32 millones. Desde que el curso pasado renovara su contrato sin aumentar la cifra de su libertad, fue plenamente consciente de que su única forma de dejar Donostia iba a ser mediante el abono íntegro de dicha cantidad por parte de un club cuyo proyecto deportivo le convenciese.

Pese a que las dos lesiones que ha sufrido este verano han condicionado su puesta a punto, el de Ondarroa se sumó ayer al grupo, con el que trabajó con normalidad, por lo que ya afina su puesta a punto para el choque de Riazor en el que, salvo sorpresa mayúscula, volverá al once. Su continuidad es la mejor noticia del verano en clave txuri-urdin. Y viendo su estado físico, más fino que nunca, todo apunta a que su objetivo es protagonizar una gran campaña.

En la Real no están nada nerviosos ante el habitual ajetreo de las últimas horas de mercado. Como reconoció una voz autorizada ayer a este periódico, en Anoeta no esperan ningún movimiento, aunque siempre haya que dejar abierta la puerta a cualquier posibilidad inesperada.

Esto significa que Pardo, cuya preferencia era marcharse para encontrar más minutos y que estaba dispuesto a escuchar las ofertas de varios equipos de Primera, entre las que se incluye la del Alavés, ha aceptado quedarse, tal y como le pidió la dirección deportiva blanquiazul. Salvo giro de tuerca ya insospechado, el riojano tratará de convencer a Eusebio, quien todavía sigue sin demostrar verdaderamente que confía en sus posibilidades, como sí lo han acreditado siempre Aperribay y Loren.

En lo que respecta al resto, como ya hemos ido informando, Bautista, que tuvo opciones de marcharse cedido, se queda como competencia directa de Willian y Agirretxe. Canales, que llegó a estar cerca del Betis, cuyo entrenador Quique Setién trató de convencerle, solo piensa en firmar su mejor año en Donostia (acaba contrato el próximo junio, algo que se debe tener muy en cuenta). Y por último, Rulli, como todos los veranos desde que aterrizara en 2014, acaba quedándose, una vez zanjados los repetitivos cantos de sirena que siempre le acompañan.