donostia - Claudio Bravo abandonó la concentración de la selección chilena de forma polémica para personarse ayer por la mañana en el Juzgado de Barcelona y así poder declarar en el juicio por la demanda que interpuso contra la Real. En la misma le reclama 1,3 millones de euros en concepto del 10% del coste de su traspaso al conjunto blaugrana en 2014.

Como recordarán, la denuncia sentó muy mal a la directiva donostiarra, que no comprende el comportamiento del chileno después de que no exigiese la cláusula íntegra que estipulaba en su contrato de 30 millones y llegase a un acuerdo con el Barcelona para traspasarle, como era casi su exigencia, por 12 millones. En su contrato sí que, al parecer, estaba estipulado que percibiría los citados 1,3 millones en caso de ser vendido, pero en el acuerdo de compraventa con el Barça el jugador andino renunció incluso por escrito a cobrar esa cantidad.

Dos años después y tras cambiar de representante, Bravo tramitó la demanda basándose en que los derechos del trabajador son inquebrantables, lo que convertiría en ilegítima la cláusula del contrato de compraventa en la que él renunciaba a la citada cantidad.

Jokin Aperribay siempre se ha mostrado muy ofendido cuando se ha referido a este asunto y no ha dudado en criticar el comportamiento del exrealista: “Ni comprendo, ni comparto la forma de actuar de Bravo, aunque perdamos la demanda. La palabra de las personas y los hechos escritos son importantes. Cuando nos pidió insistentemente que quería salir, la Real negoció con el Barcelona. No hemos estado duros nunca con él. Otro tema distinto es porque ahora ha demandado a la Real”.

El club realista y los abogados del meta tuvieron el acto de conciliación el 24 de junio de 2015, pero, al no haber acuerdo entonces, el juez les emplazó a la vista oral, que se celebró ayer. Por la Real compareció su gerente, Iñaki Otegi, y como testigo, además del denunciante, también declaró Raúl Sanllehí, director del área de fútbol del Barcelona.

Tras la vista, el portero se reincorporó a la selección chilena para preparar la Copa Confederaciones. - N.G.