donostia - Sin comerlo ni beberlo, la Real se ha visto inmersa de repente en un pequeño gran lío clasificatorio. No lo es aún en el aspecto matemático, ya que hay siete puntos de colchón respecto a la zona de descenso y un buen número de equipos por debajo de los txuri-urdin en la tabla. Pero la sensación de peligro aumenta ostensiblemente si se analiza el calendario que aguarda al equipo de Eusebio Sacristán de aquí a la conclusión del campeonato. Los blanquiazules necesitan sumar más durante estos dos próximos meses, pero su poca fiabilidad reciente unida a los complicados compromisos que les restan convierte en mucho más delicada la papeleta.

complicado calendario La Real acumula 35 puntos en su casillero, una cifra que este año apunta a no resultar suficiente para mantener la categoría. De hecho, nunca lo ha sido a excepción de la pasada temporada, cuando Granada y Deportivo lograron salvarse con idéntica cifra. El cuadro de Eusebio Sacristán, sin embargo, necesita ahora aumentar su cuenta, una circunstancia que debe compaginar con su nada asequible agenda de partidos. Restan ocho por delante, a domicilio contra Sevilla, Eibar, Villarreal y Valencia, y en Anoeta ante Barcelona, Getafe, Real Madrid y Rayo Vallecano, la fase del calendario más complicada de la campaña.

repetir la primera vuelta No habrá ningún problema para los realistas si estos repiten los números de la primera vuelta del torneo. Fueron los ocho primeros partidos de Liga bajo la dirección de Eusebio, saldados con tres victorias, dos empates y tres derrotas. Los once puntos sumados permitirían ahora a la Real terminar la Liga con 46 y ahuyentar cualquier tipo de fantasmas. La situación, sin embargo, se antoja muy distinta a la vivida hace solo tres meses. Entonces, el habitual efecto positivo en lo anímico del cambio de entrenador permanecía vigente, y además el calendario mostraba connotaciones diferentes. Que Barcelona y Real Madrid pasen por Anoeta supone un hecho que dificulta el panorama, ya que condiciona dos de las balas que la Real, un equipo que pierde enteros a domicilio, se guarda para su estadio.

proyección histórica El actual sistema de competición con tres descensos directos se implantó en la Liga en la temporada 1999-00. Desde entonces se han completado un total de 16 temporadas, cuyos tramos finales proyectan para la actual campaña una barrera virtual de la salvación de 38,5 puntos. Por lo tanto, la Real necesitaría sumar cuatro más para confirmar su continuidad en la máxima categoría. El cálculo realizado alude al modo en que la 18ª plaza clasificatoria se ha encarecido durante las ocho jornadas finales. Lo ha hecho en un máximo de catorce puntos (temporada 2010-11) y en un mínimo de seis (2002-03). La media de los 16 campeonatos analizados, mientras, es de 10,5 que añadir a los 28 con los que cuenta actualmente el Getafe, resultando la mencionada cifra de 38,5.

muchos duelos directos Quique Setién, entrenador de Las Palmas, aseguró el sábado en Anoeta tras la victoria de su equipo que dos victorias más bastarían al cuadro canario (suma 33 puntos) para certificar la permanencia. Lo explicó argumentando que de aquí a la conclusión del torneo van a tener lugar muchos duelos directos, circunstancia alimentada por el elevado número de equipos que aún no han certificado, ni siquiera de forma virtual, la permanencia en Primera División. El Málaga, octavo con 39 puntos tras ganar al Betis, y el Eibar, noveno con 38 después de empatar en Getafe, parecen encontrarse ya fuera de peligro. Del Deportivo (décimo con 36) hacia abajo, todo el mundo necesita ganar al menos un partido más, y eso va a encarecer los partidos que deben disputarse entre los conjuntos inmersos en la situación.

malas sensaciones Cifras al margen, influye mucho en el análisis la llamada Liga de las sensaciones. Entre los equipos implicadas, las hay de todos los colores. Desde la prometedora racha de Las Palmas, hasta el declive en cuanto a juego y resultados en que ha entrado la Real Sociedad. Los txuri-urdin acumulan ya cinco partidos consecutivos sin conocer la victoria, y ofrecen además la impresión, reconocida por su propio técnico, de que el equipo no está siendo capaz de comportarse de forma competitiva últimamente. Los dos últimos partidos, por ejemplo, se han perdido por la mínima, mediante marcadores (dos 1-0) que no reflejan lo lejos que, en lo futbolístico, ha estado el equipo de la victoria o incluso del empate.

parón para desconectar Resulta innegable que el presente parón liguero, por muy largo que se vaya a hacer, beneficia a una Real que necesita hacer borrón y cuenta nueva visto lo visto durante las últimas semanas. La línea de juego que adoptó desde la llegada de su actual entrenador se quebró tras la derrota de Gijón, y desde entonces no se ha recuperado, por mucho que se ganaran cuatro partidos recurriendo a un estilo más contragolpeador.