donostia - La plantilla de la Real está volviendo a decepcionar esta temporada. En verano las expectativas eran muy elevadas, entre otras cosas porque la apuesta de la dirección deportiva fue importante, como lo acredita que convirtió al plantel en el más caro de la historia txuri-urdin. Con el octavo presupuesto de la categoría, tanto Jokin Aperribay como Lorenzo Juarros no tuvieron problemas en marcar el objetivo de la temporada en Europa.
Ocho meses después, salvo milagrosa e improbable remontada final, el curso va a volver a resultar un fracaso. Y esta vez no va a haber ningún estamento del club que se pueda escapar de rositas. Empezando por el presidente, cuyo empeño en mantener al director deportivo, al que defiende a capa y espada siempre pese al cúmulo de disgustos acumulados en los últimos meses, le está empezando a generar muchos más detractores en la afición. Ni qué decir tiene que mucho más del que dictaminan las acciones en las Juntas, donde ni los chascos deportivos le cuestionan el control del club. El presidente vive cómodo con una figura como la de Loren, que es quien se lleva todos los palos y que, salvo sorpresa mayúscula, será el encargado de elaborar el siguiente proyecto ante el estupor de gran parte de la hinchada blanquiazul, que no entiende cómo es posible que, tras un nuevo fiasco, no pase nada.
Pero en el centro de todas las miradas permanecen unos jugadores que, al fin y al cabo, son los que salen a jugar cada domingo. Si nos ceñimos a los futbolistas que ya estaban la temporada pasada, y excluimos a Héctor, quien cuajó un gran temporada en el Sanse, Aritz Elustondo, pese a que ya había jugado varios partidos con el primer equipo y, por supuesto, Oyarzabal, que era la estrella del juvenil, del resto de realistas solo se puede considerar que se hayan revalorizado en lo que llevamos de campaña Iñigo Martínez, Yuri y Agirretxe.
Si recurrimos al conocido portal del fútbol Transfermarkt, que también considera al alza a Gerónimo Rulli, al que tasaba muy bajo en su primer año en Donostia, seguirían con el mismo valor de mercado Olazabal, Diego Reyes, Mikel González, Illarramendi, Pardo, Bruma, Jonathas y Vela. Se supone que no tienen en cuenta el incidente protagonizado por el mexicano la última semana y que, desgraciadamente, no va a beneficiar en nada a la entidad txuri-urdin para una posible venta futura. Según esta web, su cotización seguiría estando en 18 millones de euros, una cantidad que, visto su rendimiento en las dos últimas temporadas, nadie va a pagar. Tampoco parece lógico aceptar que Jonathas mantenga el mismo precio, después de un rendimiento alejado del que ofreció en el Elche y de haber vivido durante muchos meses a la sombra de Agirretxe. O que Bruma continúe con un valor de 7 millones.
La lista de futbolistas depreciados por su pobre rendimiento esta temporada es amplia. Algunos por los contratiempos físicos que les han impedido alcanzar su verdadero nivel, como Zaldua, Carlos Martínez, Zurutuza o el inédito Raúl Navas, que todavía no se ha estrenado en partido oficial con la Real. No se puede eludir el hecho de que, sobre todo el navarro y el de Rochefort, están teniendo en los últimos años demasiadas lesiones, cuya reincidencia empieza a poner en peligro su futuro en Zubieta.
En este capítulo hay que incluir a Sergio Canales, que estaba completando una buena campaña hasta que se rompió una rodilla por tercera vez en su carrera, por lo que no volverá a jugar más este curso. Markel, De la Bella, Prieto y Granero, que también se han perdido partidos por problemas físicos, también cotizan a la baja.
En total son muchos los jugadores que están fracasando este curso y cuya continuidad, en un club de elite y de máxima exigencia, estaría seriamente cuestionada. La Real necesita comenzar un nuevo proyecto. Empezando por varios despachos y centrado, sobre todo, en su vestuario.