donostia - El comienzo de la temporada de la Real está siendo decepcionante. El equipo donostiarra no consigue solucionar el problema de irregularidad y escasa fiabilidad que arrastra desde el curso pasado. Pero no todos los datos son negativos. Además de que la defensa ha mejorado notablemente sus prestaciones, al haber dejado a cero la portería en cuatro de las seis jornadas, los blanquiazules han acabado pronto con otro de los traumas que le perseguían últimamente al lograr vencer fuera en Granada.

El dato no puede pasar inadvertido, ya que el curso pasado, el primer éxito lejos de Anoeta se hizo esperar hasta marzo, cuando ya se llevaban ocho meses de competición. Este sábado la Real va a perseguir un nuevo reto, que es el de encadenar dos triunfos fuera, algo que, desde que regresó a Primera en 2010, solo lo ha logrado en el inolvidable campeonato en el que alcanzó el cuarto puesto y el pasaporte a la Champions, y en una ocasión en la siguiente campaña. Con Montanier se logró en tres ocasiones a lo largo de la sobresaliente temporada txuri-urdin, mientras que con Arrasate, en su primer curso, se firmó una vez tras sumar los tres puntos de forma encadenada ante el Espanyol y en Granada.

Estos datos no son demasiados halagüeños, pero se equilibran con el hecho de que los realistas parecen tenerle tomada la medida a La Rosaleda. Las estadísticas así lo reflejan, ya que en sus diez últimas visitas solo han caído en una ocasión. El resto de comparecencias en el coliseo malaguista se cuentan con siete victorias de los vascos y dos empates. Es más, el famoso momento en el que encajan las piezas y todo empieza a funcionar al que se refirió Moyes, antes del duelo en Granada, se produjo en el año de la Champions en la capital andaluza. Sin olvidar el primer triunfo a domicilio tras el regreso a Primera con goles de Griezmann y Joseba Llorente.

El Málaga ha arrancado con peor pie que los de Moyes, puesto que todavía no han logrado la victoria en las seis jornadas pese a que se presentan al duelo del sábado reforzados por la inyección de moral que supuso puntuar en el Santiago Bernabéu. Hay un dato curioso, y es que, a pesar de estar por debajo en la tabla con solo tres puntos, el conjunto malagueño es, junto a Real Madrid, Atlético y Valencia, uno de los que menos dianas ha recibido que la Real, con solo tres, por las cuatro que han encajado entre Rulli y Olazabal. Los aficionados malacitanos solo han visto un gol en los tres partidos que han jugado esta campaña en casa (Sevilla, Eibar y Villarreal) y fue el que anotó su propio centrocampista Tissone y que dio los tres puntos al submarino amarillo. La diferencia entre ambos equipos es que la Real solo se ha enfrentado a uno de los siete primeros, mientras que los de Javi Gracia a cuatro.