Donostia - La Real va a estar muy atenta a las dos últimas semanas de mercado, pero todo parece indicar que no se van a producir novedades importantes. El conjunto txuri-urdin no pierde de vista la situación de Asier Illarramendi, aunque es consciente de que va a ser muy complicado traer de vuelta al mutrikuarra. En principio, el guipuzcoano se encuentra a la espera de que se confirme el fichaje de Kovacic que todo parece indicar que se anunciará en las próximas horas, lo que le dejará en una situación delicada, al quedarse como el quinto centrocampista para Rafa Benítez. Lo normal es que el técnico hable con él y le haga ver que no va a tener muchos minutos esta campaña, por lo que sería beneficioso que saliera.

Illarramendi quiere saber cuanto antes cuáles son los planes que tiene el club blanco con él, es decir, si prefiere traspasarle o cederle para que siga su formación. El guipuzcoano, que se encuentra muy contento en la casa blanca y viviendo en Madrid, sabe que si sale va a tener casi imposible volver, ya que muy pocos lo han logrado, sobre todo si se tiene en cuenta que Florentino Pérez pagó 32 millones por su traspaso hace dos años. La intención del presidente blanco será recuperar parte de su inversión, por lo que la Real tendría que competir con clubes mucho más poderosos económicamente como el Liverpool o el Inter, que puede ir de mano en la operación al venderle a Kovacic, o el Milan y la Juventus.

portero El movimiento que parece tener más claro la Real es el de incorporar un portero que le haga competencia a Rulli y que, además, permita a Bardají seguir creciendo al tener más minutos, ya que Moyes considera que necesita jugar.

El elegido es Oier Olazabal. El club realista solicitó su cesión al Granada, pero la respuesta que recibió es que tenía que pagar además de asumir su ficha. Esto significaba que le iba a salir casi más caro que el préstamo de Rulli. Se espera un segundo intento en las próximas horas. -M.R.