“¿Te gusta conducir?”. Era el eslogan del anuncio de una marca de coches que se hizo popular hace unos cuantos años y en el que una persona sacaba la mano por la ventanilla para realizar unos movimientos suaves con ella. A mucha gente le gusta conducir, pero hay personas que no pueden hacerlo y otras que no deberían conocer esa sensación hasta que cumplan una serie de requisitos que se lo permita. El primero de ellos, la edad.
A día de hoy, hasta que no se cumplen los 18 años no se puede obtener el permiso de conducir, con lo que cualquier persona que no haya alcanzado la mayoría de edad no debería haberse puesto nunca al volante hasta ese momento. Pero sabemos que no es así, que hay menores de edad que conducen y padres que los llevan antes de que cumplan los 18 años para que vayan aprendiendo antes de llegar a las clases prácticas de la autoescuela (o para evitarse ese gasto).
Escena insólita en Mataró
Eso sí, hay casos que llaman especialmente la atención, como el que se ha conocido hace unos días en Catalunya, por la precocidad del conductor. Sucedió en Mataró (Barcelona), en torno a las diez de la noche del pasado miércoles, según han informado El Caso y la televisión autonómica catalana.
Una patrulla de los Mossos d’Esquadra de la comisaría de Mataró se encontraba junto a un área de servicio de la carretera C-32, a la altura de Teià, cuando observó movimientos extraños de un coche que le hicieron sospechar. Los agentes se acercaron al turismo y comprobaron que al volante se encontraba un niño de apenas 11 años, con su padre sentado en el asiento del copiloto. Si la situación era insólita, más lo fueron las palabras de su progenitor, que aseguró que llevaba a su hijo a conducir porque “le hacía mucha ilusión” y le insistía constantemente sobre ello.
Padre denunciado
Un argumento que los Mossos evidentemente no aceptaron y, al ser inimputable el conductor por ser menor de edad, procedieron a denunciar a su padre como responsable directo de haber permitido que su hijo condujera sin carné y en una carretera abierta al tráfico.
También se ha informado de lo sucedido a la Fiscalía de Menores, para que valore la necesidad de abrir un expediente que pueda determinar si hay un riesgo de desamparo u otras circunstancias familiares que justifiquen una actuación adicional para garantizar la protección del menor.