Los robos han existido siempre y es difícil que dejen de existir pese a que cada día hay más medidas de seguridad que tratan de evitarlos o que facilitan dar a posteriori con los ladrones. Unos cacos que se las tienen que ingeniar para hacerse con el botín que desean sin ser descubiertos, sorteando las alarmas y las cámaras de videovigilancia que tratan de captarlos.

Robo de un paquete

Ese ingenio ha permitido a un ladrón cometer un robo hace unos días y no ser identificado. La víctima, Omar Gabriel Muñoz, echó en falta un paquete que el cartero había dejado junto a la puerta de entrada de su casa de Sacramento, en California (Estados Unidos) y procedió a revisar las cámaras de seguridad que enfocaban a la puerta de la vivienda. Cuando vio el vídeo no podía creer lo que aparecía en las imágenes. De hecho, en un primer momento pensó que se trataba de una broma, pero nada más lejos de la realidad.

Aparece una bolsa de basura

En la grabación se veía cómo el cartero entraba en el jardín y llegaba hasta la puerta. Al llamar al timbre y no encontrar a nadie en casa dejó un paquete en el suelo, sin saber que estaba siendo observado por una persona desde fuera de la casa. Cuando el cartero abandonó la propiedad, el ladrón, al que no se le ve su cuerpo en ningún momento, entró en el jardín metido completamente dentro de una bolsa de basura para que no pudiera ser reconocido ni grabado. Cogió el paquete, sin saber de qué se trataba, y se marchó deseando a buen seguro que lo que hubiera dentro tuviera un valor importante.

Muñoz explicó a la televisión estadounidense ABC que, aunque inicialmente se enfadó al comprobar que le habían robado, decidió no presentar una denuncia en comisaría, ya que el paquete sustraído no tenía un gran valor: eran dos cargadores de móvil que apenas costaban diez dólares, que al cambio son poco más de nueve euros.

Se lo toma con humor

La víctima, de hecho, alabó la originalidad de la táctica del caco para hacerse con el paquete, prefirió reaccionar con humor y no ir más allá, teniendo en cuenta que no se había producido ningún daño y que la pérdida económica era muy pequeña. “Al final tiene su gracia. Prefiero tomármelo bien porque son cosas que pasan en la vida. Si sólo te quedas con lo negativo no vas a llegar a ninguna parte”, declaró.

Como no podía ser de otra forma, las imágenes se han hecho virales, con casi 30 millones de visualizaciones contando sólo la red social X (la antigua Twitter).