Acaban de oficializar el pacto PNV-PSE, que apuesta por facilitar los gobiernos en coalición. ¿También en Irun y Eibar, que hasta ahora habían sido dos excepciones?

Este es un pacto paraguas para todo el país, que ahora hay que aterrizar y llevarlo a cada institución y cada pueblo. En cada sitio habrá una negociación. Tenemos hasta el día 17 para hacerlo y, en función de si surgen algunos problemas o chispazos, intentaremos reconducirlo y buscar la mejor solución posible.

¿Qué lectura hace de que el PSE haya accedido a repetir el pacto con el PNV tras haber marcado distancias en campaña? ¿Ha tenido incidencia el adelanto de las elecciones generales, que dificulta un acercamiento del PSE a la izquierda abertzale?

No, puede ser un factor de aceleración, pero no otra cosa. Teniendo un acuerdo vigente en el Gobierno vasco, no hubiera tenido ninguna coherencia romper ahora, ni tenía tampoco mucho fundamento hacer esas críticas que hizo el PSE en campaña, que eran más un reclamo electoral para mover a su gente que otra cosa.

¿Han entrado en harina sobre los contenidos, por ejemplo, en cuestiones que los han separado hasta ahora como la declaración de las zonas tensionadas de vivienda, o han entrado en la fiscalidad?

No, todavía no. Dentro de cada programa de gobierno se valorará. Y, además, algunas cosas habrá que ver con quiénes podemos ir sacándolas adelante. Por ejemplo, la fiscalidad.

“PNV y PSE tenemos 15.000 votos más de legitimidad que Bildu y Podemos en la Diputación de Gipuzkoa”

El tercero que parece que les falta es el PP…

[Interrumpe] O Podemos. Ya veremos. El baile acaba de empezar.

Podemos sí se ha descartado para apoyar la investidura de Eider Mendoza en las Juntas de Gipuzkoa frente a Maddalen Iriarte. Y, desde el PP, Mikel Lezama reclama la cartera de Deportes. ¿Va de farol o va a dejar caer la investidura de Mendoza?

Lo que hay es una incoherencia total del PP, y en muy poco tiempo, entre el gratis et amore que pronunció el domingo por la noche y el lunes por la mañana, y las condiciones de ahora. Primero fue Laura Garrido mencionando unas alcaldías. Ahora es la cartera de Deportes, que no existe por cierto en Gipuzkoa, sino que es una parte de un departamento de la Diputación. El PP se tendrá que aclarar. No puede ser que, por no sé qué planteamiento ético que nosotros no le hemos pedido sino que salió de ellos, digan que ellos no van a permitir que haya gobiernos de Bildu, y luego en 48 horas digan qué hay de lo mío. Es incompatible querer ser el bueno de la película, y llevarse las tajadas. 

Otros portavoces dicen que sí será gratis y que entrar en el gobierno lo piden a futuro. Es poco verosímil que el PP vaya a contradecir la campaña de Feijóo para las generales, del cordón sanitario a Bildu, por una cartera de Deportes en Gipuzkoa...

Eso tienen que elegir. Nadie les pidió un posicionamiento tan tajante, y ahora es muy difícil de entender esa transición que han hecho de empezar a poner condicionantes. Nosotros no descartamos la opción de Podemos. Podemos va a tener que explicar muy bien a su gente por qué pudiendo garantizar un gobierno de dos partidos con los que ha colaborado en Madrid sin ningún problema y con los que ha tenido acuerdos, por ejemplo, en el Ayuntamiento de Gasteiz o el Parlamento Vasco, ahora pone un veto a esa coalición. Otra cosa es que se integre en los gobiernos, pero dejar salir a ese gobierno, ¿por qué no?

“No descartamos la opción de Podemos, va a tener que explicar por qué veta una coalición con la que ha colaborado”

Aunque no sea dando entrada al PP en el gobierno, ¿podría verse obligado el PNV a forjar un pacto de estabilidad fiscal o presupuestario? ¿No va a entrar ahí el PNV?

No. A día de hoy, no. Es poner el carro delante de los bueyes. Primero hay que constituir la Diputación y luego se habla, con todos, también con Podemos y con Bildu.

¿Y un pacto de no agresión con el PP, dejarle gobernar en Bastida y Guardia donde fue el más votado?

No funciona así. Las dinámicas de los pueblos hay que respetarlas. Solo vamos a hacer un acuerdo global con el PSE. A partir de ahí, en cada institución vamos a ir negociando y, donde haya necesidad de terceros, hablaremos con los que pueda ser. Pero para ese sitio, no vinculando una cosa y otra, porque entonces desnaturalizaríamos las opciones de cada sitio.

Por lo que dice, todo apunta a la geometría variable que también practicó Urkullu en minoría, en sus dos primeros gobiernos. Pero la situación es distinta. En ese momento, el PNV era la lista más votada. Ahora, en Gipuzkoa no lo es, va a tener a EH Bildu molesta por el desalojo en ese territorio y en Gasteiz; al PP molesto porque no entra en el gobierno; y queda Podemos, que en teoría por boca de Pilar Garrido sí se ha abierto a la gobernabilidad.

Aquí tiene que haber lógicas para gobernar, pero también lógicas de oposición. ¿Alguien piensa que el PP y Bildu van a hacer un eje contra el nuevo gobierno si surge el Gobierno de Eider Mendoza? Sería tan anatema como que nos juntemos nosotros con otros para hacer otra cosa. Es más positivo juntarse para gobernar que juntarse para oponerse. ¿El PNV no puede relacionarse con nadie para gobernar, pero ellos sí pueden relacionarse para oponerse?

¿Por qué el PNV no quiere profundizar en esa relación con el PP? ¿Tiene que ver con la proximidad de las elecciones generales y las voces que interpretan un acuerdo con el PP como un intento de criminalizar a EH Bildu?

No. El PP se queja de que en Madrid hay un Gobierno Frankenstein porque están el PSOE y Unidas Podemos y lo apoyamos los nacionalistas desde fuera. ¿Cómo tendríamos que llamar a un Gobierno de la Diputación de Gipuzkoa en el que estuviera el PP con su máximo rival, con el que no se puede ver en el Estado (PSE), y con su máximo rival, con el que no se puede ver en la comunidad autónoma (PNV)? ¿Qué coherencia de gobierno es esa? ¿Qué carreras de atletismo iban a hacer en la cartera de Deportes? Esto no es coherente. Un gobierno tiene que tener coherencia y un programa de gobierno compartido. Estos cuatro últimos años, el PP ha sido el partido más duro con el Gobierno de coalición, peor que Bildu. Ahora se quieren meter dentro. Y tienen que saber dónde están y cuál es la realidad: tienen 3 escaños frente a 24 de PNV y PSE.

¿Por qué dejó el PNV gobernar a EH Bildu en 2011 y ahora no? ¿La diferencia es la proximidad de las autonómicas del año que viene?

No, no. La coyuntura política de entonces y la de ahora no tienen nada que ver. Nosotros en aquel momento habíamos sido desalojados de Ajuria Enea por PSE y PP para formar el Gobierno de Patxi López. Y desalojar a Bildu supondría hacerle lo mismo que nos habían hecho a nosotros, con los mismos que nos lo habían hecho. Además, salíamos de un proceso de ilegalización de partidos. Y no sabíamos lo que era Bildu gestionando. Ahora se han recompuesto las relaciones con los socialistas y sabemos que Bildu es un desastre cuando gobierna. Además, Bildu solo tiene capacidad de incorporar a su eje de acuerdo a Podemos. Nosotros al PSE. La suma de PNV y PSE son 157.000 votos en Gipuzkoa. La suma de Bildu y Podemos son 142.000 votos. Son 15.000 votos más de legitimidad democrática los que tenemos PNV y PSE para optar a la Diputación. No estamos levantándole la cartera a Bildu. Estamos poniendo una alternativa que tiene más peso político y democrático. Tenemos legitimidad.

“¿Dejar gobernar al PP en Bastida y Guardia? No funciona así, hay que respetar la dinámica de cada pueblo”

EH Bildu dice que, si ustedes y el PSE consiguen investir a sus candidatas con los votos del PP, se verían deslegitimados para pronunciar en la campaña de las generales un discurso de dique de contención contra la derecha...

Ninguna deslegitimación. Si el PP no hace eso (dar los votos a Mendoza o al PSE en Gasteiz), le está dejando vía libre a Bildu. ¿A quién favorece? A Bildu. No hagamos trampas. Estaría igual de contaminada que la otra opción. Pero tampoco ellos van a hablar con el PP, ¿no? Si se abstiene, ¿qué pasa? ¿Está contaminada Maddalen Iriarte por eso? No. Nosotros respetamos las normas en la docena de ayuntamientos que nos van a levantar junto a Podemos. 

En el Estado, ¿se está fraguando algún acercamiento entre el PP de Feijóo y el PNV? Feijóo reconoce errores en Catalunya y el PNV no cierra la puerta a participar en una alternativa en la que no esté Vox.

No. Se están magnificando unas declaraciones de Aitor Esteban, en la sexta repregunta. La opción de Feijóo es en tándem con Vox. No hay otra. Los resultados estupendos que dicen que han tenido el 28 de mayo le dan 139 escaños. ¿Con quién va a llegar a 176 si no está Vox? Y nosotros con Vox somos como el agua y el aceite.

¿Y si fuera aritméticamente viable la opción PP-PNV?

Pero es que no lo vemos. ¿Para qué vamos a dar pábulo a teorías que no vemos posibles?

¿Se ha dirigido Feijóo a usted en las últimas horas?

No.

Usted ha dicho que Sánchez tendrá que cambiar muchas cosas para volver a contar con el apoyo del PNV.

Es evidente que la nueva relación se tiene que basar sobre principios y garantías diferentes. No puede ser que nosotros paguemos por adelantado y luego no recibamos lo acordado. Esa sensación de utilización permanente y de no darnos nada de lo que estaba comprometido ha minado mucho la confianza en Pedro Sánchez. Nos podrían preguntar por qué no lo hemos cortado antes, pero hemos estado en una situación dramática saliendo de una pandemia.

¿Qué garantías serían?

Que lo que se compromete se cumple.

¿Y eso cómo se hace? Si es que no lo paga el mismo día de la investidura, claro…

Claro, tendrán que estar antes en el BOE (Boletín Oficial del Estado) nuestros compromisos cumplidos que nuestro voto.

¿De qué está hablando? Sobre la mesa hay muchas cuestiones, como las transferencias pendientes.

Pues eso. El BOE tiene que funcionar antes que nuestro apoyo.

¿Su apoyo a la investidura?

A lo que sea. Da igual. Este va a ser un principio general para el futuro. Hasta ahora ha funcionado al revés. Nosotros anticipábamos el pago, y luego se suponía que iban a ir cumpliendo. No ha sido así.

¿Y todo lo que queda en el aire con el adelanto electoral de Sánchez, como el blindaje de las cooperativas o la compra de los cuarteles de Loiola? ¿Qué pasa con eso?

Todo eso hay que solucionarlo antes de nada. Hay cosas que se van a seguir trabajando.

¿De aquí a las elecciones del 23-J?

Sí, no quiero ser injusto. Hay cosas que se están trabajando. Estuvo ayer mismo (jueves) Aitor Esteban siguiendo cosas, convenios… Hay cosas que están cumpliendo, pero en lo relevante políticamente no han cumplido y ahí es donde vamos a ser inflexibles. Si es que nos necesita y tenemos la fuerza suficiente para que eso siga así.

¿Es usted de los que cree que el ciclo de Sánchez ha llegado a su final o que es un superviviente?

El día 23 va a ser la prueba más complicada que ha pasado Sánchez, pero no hay que subestimar su capacidad de resistencia, porque puede darse la paradoja de que no gane, pero gobierne.

¿Y usted contribuirá a eso, a que gobierne aunque no gane?

En función de las condiciones que hemos hablado antes.