La Sociedad de Ciencias Aranzadi ha mostrado su disposición a colaborar en posibles modificaciones o mejoras tanto en los criterios base como en la metodología que se siguen en los proyectos e investigaciones de 'memoria reciente', "atendiendo siempre a las políticas públicas en materia de memoria y derechos humanos que impulsan" las instituciones.

En un comunicado, Aranzadi ha explicado los criterios metodológicos empleados en investigaciones de la "memoria reciente", tras la polémica surgida el pasado lunes cuando el PSE-EE de Galdakao denunció que en la web 'Galdakao Oroimena', dedicada a la recuperación de la memoria histórica y elaborada por Aranzadi a instancias del Consistorio, aparecen los nombres de miembros de ETA, como Xabier García Gaztelu 'Txapote' o Jon Bienzobas, condenados por varios asesinatos.

Aranzadi ya precisó este pasado martes que en la web se clasifica a los miembros de ETA en la categoría de "personas afectadas por otros hechos derivados de la violencia política", en la que se incluye el apartado referido a "política penitenciaria y aplicación de leyes excepcionales", y no como "víctimas de graves violaciones de derechos humanos".

La Sociedad de Ciencias Aranzadi recuerda que, en 2013, la Secretaria General de Paz y Convivencia del Gobierno Vasco publicó Informe-base de vulneraciones de derechos humanos en el caso vasco (1960-2013), en el que fijaba una categorización base relativa a graves violaciones de Derechos Humanos, según el Derecho Internacional de los Derechos Humanos.

Además, precisa, se diferenciaba entre tres agentes victimarios posibles: ETA y otros grupos armados, Estado y FCSE, y grupos parapoliciales y de extrema derecha.

Asimismo, apunta que en las sugerencias finales del citado informe se afirma que, "según los estándares internacionales no todos los sufrimientos pueden considerarse vulneraciones de derechos humanos", y añade que "aunque todo no puede considerarse en sentido estricto vulneración de derechos humanos, forma parte de la memoria de lo sucedido".

Este informe, explica, fue la base de la clasificación de violaciones de Derechos Humanos y otros hechos derivados de violencia de motivación política, elaborada en 2014 por la Dirección de Derechos Humanos y Memoria Histórica de la Diputación Foral de Gipuzkoa y varias asociaciones. Por tanto, subraya, esta clasificación "no parte de una elaboración unilateral de la Sociedad de Ciencias Aranzadi".

Posteriormente, recuerda, en 2016, la Secretaria General para la Paz y la Convivencia Dirección de Victimas y Derechos Humanos del Gobierno Vasco elaboró el Documento informativo ofrecido a los ayuntamientos para facilitar el impulso de actuaciones memoriales y de reconocimiento a las víctimas, en cada uno de los municipios vascos en los que se habían dado casos de vulneraciones del derecho a la vida y casos sin suficiente aclaración o investigación, "independientemente del agente victimario", entre 1960 y 2013.

En dichos documentos, se afirmaba, según indica Aranzadi, que "una persona será considerada víctima con independencia de que se haya producido un pleno esclarecimiento judicial del caso. De no ser así, las víctimas del terrorismo o de otras tipologías de violencia, cuyos casos no se hubieran juzgado o esclarecido, no habrían podido ser consideradas víctimas, ni habrían podido llegar a ser reparadas mediante un acto administrativo por una ley de reconocimiento".

En cualquier caso, remarca Aranzadi, estos Retratos Municipales "no abordan cuestiones morales o éticas, sino que se centran únicamente en una descripción somera de cada hecho, siguiendo el mismo esquema en todos los municipios, un documento a modo de radiografía inicial desde el que facilitar 'actuaciones memoriales y de reconocimiento a las víctimas'".

En esa línea, subraya que es precisamente este esquema elaborado por el Gobierno Vasco el que sigue la Sociedad de Ciencias Aranzadi a petición de las corporaciones municipales, añadiendo además la denominación "memoria reciente" al período en el que se enmarcan estos casos, tal y como establece el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos Gogora.

Asimismo, atendiendo al informe del Instituto Gogora Bases y criterios para la elaboración de Informes Municipales de Derechos Humanos y Memoria Reciente 3 (1960-2018), los proyectos de investigación dirigidos por la Sociedad de Ciencias Aranzadi "hacen suyas las tres pautas fundamentales que establece: no excluir, no legitimar, no diluir", remarca.

Además, según precisa, "se atiende a los estándares internacionales, cuenta con una participación social activa y parte de un consenso". Respecto a este último punto, Aranzadi asegura que sus investigaciones "parten de un consenso político previo de todos los grupos políticos con representación municipal en cada uno de los municipios".

Más aún, añade que "son los propios grupos municipales, en la mayor parte de los casos a través de las mesas de convivencia organizadas desde hace una década", los que contactan con Aranzadi para que lleve a cabo "un proyecto integral siguiendo los criterios señalados", es decir,  "incluyendo no solo a víctimas de graves violaciones de Derechos Humanos, sino también personas afectadas por otros hechos derivados de la violencia de motivación política".

Las solicitudes que en los últimos diez años han sido recibidas en Aranzadi para elaborar investigaciones locales, en base a estos criterios, "han sido aceptadas en todos los casos", asegura la Sociedad de Ciencias, "al cumplir, tanto los criterios básicos detallados como la importancia de partir de un consenso previo de todas las fuerzas políticas y agentes sociales locales".

Otro punto "indispensable" en estas investigaciones, y que es "una exigencia que parte del consenso político y social de la localidad que las avala", es, según indica Aranzadi, que deben ser "integrales y no parciales, es decir, el objeto de estudio no es una tipología de víctima concreta en función del agente victimario, sino todas las víctimas independientemente del victimario". 

"Suelo científico"

Aranzadi señala que "construye el suelo científico identificando y recopilando datos objetivos, para que las instituciones con el mayor consenso posible construyan el suelo ético".

En ese sentido, afirma que en ningún caso les han encargado estas investigaciones para "generar un relato, sino para ayudar a las instituciones locales mediante una herramienta útil en la identificación de víctimas de violaciones de derechos humanos y personas que han padecido sufrimientos derivados de la violencia de motivación política, pero que no pueden ser consideradas como víctimas de graves violaciones de derechos humanos"

La Sociedad de Ciencias Aranzadi señala que antes de la puesta en marcha de cada uno de los proyectos, durante el desarrollo del mismo y antes de hacerse público cualquier documento o web, "todos los grupos políticos y mesas locales de convivencia han podido acceder a los contenidos que se han ido elaborando cuando lo han solicitado".

No obstante, concluye que si los diferentes agentes institucionales, políticos, académicos y sociales que han impulsado durante los últimos años este tipo de proyectos, vieran la necesidad de llevar a cabo una reflexión conjunta relativa a posibles modificaciones y/o mejoras, tanto en los criterios base, como en la metodología", estaría dispuesta a colaborar y participar, "siempre actuando desde nuestra independencia científica, con rigor y lealtad, atendiendo a las políticas públicas en materia de memoria y derechos humanos que impulsan nuestras instituciones".