Sortu no acudirá al homenaje a Miguel Ángel Blanco con el argumento de que la presencia del rey y las fuerzas de seguridad estatales va a desvirtuar su finalidad y lo va a convertir en una reivindicación de esas instituciones. Pero lo que sigue sin quedar claro es si, al margen de la opinión que le merece el formato del acto del domingo y al margen de su ausencia en esa convocatoria, comparte en el fondo que el asesinato del concejal del PP por parte de ETA fue injusto y no debió suceder. Por ello, y dando ya por amortizado que la izquierda abertzale no acudirá, el Gobierno vasco ha mantenido este miércoles la presión para que realice algún tipo de reflexión sobre lo que ocurrió hace 25 años, una explicación que considera más importante que el hecho de presentarse o no en un evento determinado.

Por ahora, el líder de Sortu, Arkaitz Rodríguez, no ha realizado una reflexión específica sobre el secuestro y asesinato de Blanco, lo ha considerado una muestra más del sufrimiento padecido en Euskadi, y ha traído a colación los aniversarios de otros casos referidos a los GAL. Desde EH Bildu, Arnaldo Otegi también se ha referido al asesinato como uno de los muchos hechos trágicos padecidos en Euskadi. 

El asesinato de Blanco se convirtió en un símbolo porque provocó una respuesta ciudadana de rechazo a ETA sin precedentes desde el corazón de Ermua, con manifestaciones multitudinarias que después se extenderían a otros puntos de Euskadi y el Estado, y con una súplica colectiva para que no acabara con la vida del concejal. El clima de hostigamiento a los concejales, además, se enmarcaba en la estrategia de socialización del sufrimiento, que partió de la ponencia Oldartzen de la izquierda abertzale.

Estén o no estén en el acto, que no creo que sea lo más importante, creo que muchos hombres y mujeres de este pueblo pedimos a la izquierda abertzale y a Sortu una explicación. Queremos saber cuál es su reflexión sobre lo que ocurrió hace 25 años. Lo del acto no es lo más importante, sino saber qué reflexión hace. Muchos esperamos una reflexión, una respuesta, y no sé si vendrá. Y eso me preocupa como portavoz del Gobierno vasco”, zanjó Bingen Zupiria en Bizkaia Irratia. El portavoz consideró que el asesinato de Blanco simboliza “lo que hemos vivido” y que, echando la vista atrás, “parece mentira pensar que unos vascos” cometieran semejante atrocidad contra “otro vasco”, secuestrarlo, meterlo en un coche y después matarlo de un tiro. Zupiria aseguró que hay otras violencias, pero es tiempo de “hacer una reflexión clara” sobre un grupo que un día decidió por su cuenta secuestrar, extender la amenaza y asesinar.

La asistencia del PNV

Por parte del Gobierno vasco, acudirán al homenaje el lehendakari y los vicelehendakaris Erkoreka y Mendia y, desde el PNV, fuentes de la Ejecutiva jeltzale anunciaron a este periódico la presencia al máximo nivel del presidente del EBB, Andoni Ortuzar. Además, está prevista la presencia de varios representantes institucionales jeltzales.

La izquierda abertzale ha matizado estos días que ya acudió hace cinco años al homenaje al concejal, o que acaba de participar en la inauguración de la exposición en Ermua. En cuanto a la coalición EH Bildu, es habitual su presencia en los homenajes a las víctimas desde hace años, también en el Congreso de los Diputados, aunque se le sigue afeando que no haya realizado una reflexión autocrítica sobre el pasado. De ahí que el Gobierno vasco, que ya lamentó el martes que esta vez ni siquiera acuda al acto por Blanco, ponga el foco en realidad en la reflexión autocrítica que debería acometer y que sigue pendiente desde el cese definitivo de la violencia. 

Acudir o no a los actos por las víctimas es un gesto simbólico, pero se mantiene la exigencia de un ejercicio de reflexión sobre el pasado que todavía no se ha producido y que emerge nuevamente en el debate político en puertas del aniversario redondo de un asesinato que causó un hondo impacto social y político.