madrid. La infanta Cristina trasladará su residencia a Ginebra, donde la Fundación la Caixa le ha encargado que coordine sus programas con agencias de la ONU. Mientras, su esposo, Iñaki Urdangarin, continuará viviendo en Barcelona, pendiente del proceso judicial, informaron fuentes próximas a la familia. Cristina se instalará próximamente en Ginebra con sus cuatro hijos, que comenzarán allí el nuevo curso, en su tercer cambio de país de residencia en cuatro años desde que el controvertido papel de Iñaki Urdangarin en el Instituto Nóos aconsejara su traslado a Washington. Mientras, Urdangarin repartirá su tiempo entre la ciudad suiza y Barcelona, para poder atender las necesidades de su defensa en el proceso judicial del caso Nóos.

Por su parte, la Casa del Rey no tiene previsto realizar ningún comentario sobre el traslado de residencia de la infanta Cristina, según explicó un portavoz de esta institución.

La Fundación la Caixa difundió ayer por la mañana un comunicado en el que informaba de que ha encargado a doña Cristina, hasta ahora directora del Área Internacional de esta entidad, "la misión de gestionar y coordinar sus programas con diversas agencias de las Naciones Unidas que tienen su sede en Ginebra". Asimismo, "impulsará programas de colaboración con las fundaciones de ámbito social y cultural del Aga Khan Development Network", cuya sede también se encuentra en esta ciudad suiza, por lo que, según recalca la Fundación, para llevar a cabo esta labor la infanta Cristina "deberá trasladar su residencia a Ginebra".

Ni la fundación ni la Casa del Rey precisaron cuándo empezará a vivir Cristina en Ginebra con sus hijos, pero fuentes próximas a la familia prevén un traslado inmediato a Suiza, ya que el curso escolar comienza en septiembre.

PRIMER TRABAJO La infanta se incorporó a la Fundación la Caixa en 1993. Allí, su primer trabajo consistió en la coordinación de las exposiciones de artes visuales y fotografía y que en 1997 fue designada coordinadora del Programa de Cooperación Internacional, tras lo que, en el año 2005, fue nombrada directora del Área Social de la entidad.

Cuatro años después asumió la dirección del Área Internacional, responsabilidad desde la que estableció colaboración con diferentes organismos internacionales y agencias de la ONU y que ejerció desde Washington hasta que, hace un año, el matrimonio regresó a Barcelona tras pedir Urdangarin una "excedencia temporal" en Telefónica para no perjudicar a este grupo tras su imputación en el caso Nóos.

Precisamente la controvertida actividad del Instituto Nóos había conducido tres años antes al esposo de la infanta a aceptar la oferta de la filial de Telefónica en Latinoamérica para trabajar en Washington y establecer en la capital estadounidense la residencia de su familia.

Ahora, el traslado a Ginebra permitirá proteger mejor a los cuatro hijos de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin de los efectos de la gran repercusión social que genera diariamente en España todo lo relacionado con el caso Nóos, cuya instrucción dura ya dos años, en lo que fuentes de Zarzuela describían recientemente como un "martirio" mediático.