Olharan y Gorka obligan a los campeones a un milagro de Navidad
El delantero de Pau, suplente de Johan, y el zaguero de Biarritz se acercan a las semifinales del Winter Series en un partidazo y dejan a Aritz Erkiaga e Ibarluzea pendiendo de un hilo
539 pelotazos a buena en 86 minutos de magnífico juego. Una batalla. Una auténtica paliza. Un partidazo, de lujo. Jean Olharan, suplente del lesionado Johan Sorozabal, y Gorka dieron este lunes la sorpresa ante los virreyes del Winter Series, Aritz Erkiaga e Ion Ibarluzea, en el desempate y condenan a los campeones en curso, y favoritos desde el inicio, a ganar el tercer partido que les queda, contra Alex Goitiandia y Unai Lekerika el 29 de diciembre, pero antes deberán esperar acontecimientos en el cruce que mide al markinarra y el de Gernika contra Ludovic Laduche y Jon Zabala. Milagro navideo. Penden de un hilo Aritz Erkiaga e Ibarluzea en una tesitura que no han conocido hasta el momento. Les salvaría forzar un triple empate. Es complicado, pero no imposible.
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Los que prácticamente cierran el billete a las semifinales son los de Iparralde. Tienen pie y medio dentro. Olharan ha servido para la causa con honor y categoría, pero el menor de los Sorozabal, titular, regresaría a la pareja en la liguilla. Johan, de hecho, comenzará la temporada de Dania el miércoles, pero, arrastrando problemas en el tobillo, prefirió no forzar. “Empezaré poco a poco, con quinielas”, describe el delantero de Biarritz. Mantiene la cautela con el esguince.
La contienda tenía la pimienta de volver a retar a los delanteros finalistas de la Liga de Naciones de 36 metros. En el cara a cara del frontón de Barakaldo, el de Ispaster se llevó el gato al agua en sus dos enfrentamientos, lo que derivó en la conquista del oro por parte de Euskal Selekzioa. Jean se cobró la venganza en Gernika.
Primer joko espectacular
El primer joko de Olharan y Gorka fue espectacular. El delantero de Pau, un dantzari con xistera, exhibió piernas de jilguero y aleteo de colibrí. Estuvo soberbio en ataque, pero además acompañó con acciones de mucho mérito en el ámbito defensivo. Se unió a la pelea el guardaespaldas de Biarritz marcando el partido con su pegada de derecha. Trató de frenar el traqueteo Erkiaga con la facilidad que tiene para el remate; sobre todo, a la vuelta del resto, donde aprovechó para sacar petróleo. Desde el dos iguales, el bearnés y el lapurtarra tuvieron el dominio en el marcador, mas no pudieron irse hasta pasado el ecuador. Olharan se cobró tantos de auténtico fuera de serie y cerró el parcial sin mácula en su cuenta personal. Ya en su primera suplencia, ante Laduche-Zabala, destacó con una actuación meritoria, pero la de este lunes, en un partido completo, no se anduvo a la zaga. En ese magma, los panteras rosas no terminaron de estar cómodos. Siempre a remolque, terminaron pagando un inicio frío, en el que acusaron el gran nivel de sus contrarios.
La cosa cambió en el segundo joko, en el que Erkiaga batalló por tomar el mando. Sobre los hombros de los puntistas vizcainos, la Espada de Damocles de la eliminación. El 11-15 convirtió el set en un todo o nada. Se quitaron la presión con un 4-1 que les liberó un poco de la presión de tener que sobrevivir al cartel de favoritos. Olharan y Gorka aguantaron el tirón hasta el 7-6. A partir de ese instante, la capacidad rematadora de Aritz cambió el partido. El de Ispaster fue brújula y guía de un Ibarluzea que pasó un bache en el que tuvo problemas para controlar la pelota. Aun así, los rosas lograron escaparse directos al 13-6, forzando a sus rivales a un desempate que abría de nuevo las opciones. Redivivos, a los vizcainos no les temblaron las piernas para cerrar el 15-8.
Y llegó el tercer joko, el de la gloria o la condena. El público que llenó el Jai Alai de Gernika por sexto lunes consecutivo agradeció el elongue, porque el espectáculo global fue digno de admiración: tantos duros, remates preciosos, alcanzadas de mérito y emoción, que lo amplifica todo. Aritz Erkiaga e Ibarluzea lo tuvieron en la mano. Estuvieron 4-2, al que se llegó con un error de Gorka después de 33 pelotazos a buena. Alta tensión. Un cortadón de Olharan significó el 4-3. El cuatro iguales llegó con un error al resto de Erkiaga. El delantero de Ispaster tenía para rematar, pero no encestó. Remató antes de tener pelota. Se la iba a jugar. Lo tenía claro. Otras veces sale cara y este lunes fue cruz. El 4-5 fue un gran pelotazo de Gorka a la zaga.
