Donostia – Galarreta vivirá esta tarde uno de esos grandes días con la disputa de la final del Campeonato de Remonte Parejas-Fundación Orona. Este año además con la novedad de que se jugarán dos finales. Será la número 53 del campeonato principal y la primera edición del campeonato de Segunda.

En el Campeonato de Primera se enfrentarán Ansa II-Martirena contra Urriza-Azpiroz. Antes, a las 18.00 horas, abrirá el festival en el frontón hernaniarra la final de Segunda entre Goikoetxea V-Aiestaran VI contra Irazu-Apezetxea.

Ansa II y Martirena llegan a su segunda final. En 2021 formaron pareja y también entraron. No pudieron ganar la txapela, ya que fueron superados precisamente por Urriza, que estuvo acompañado por Labaka. Ansa en 2020 disputó su primera final con Aizpuru y perdieron ante Urriza y Labaka, por lo que será la tercera final para el urnietarra.

Para Javier Urriza será su décima final de las cuales ha ganado siete. Ha ganado con seis parejas diferentes (2007 Lizaso, 2008 San Miguel, 2010 Etxeberria, 2012 Barrenetxea IV,, 2019 Larrañaga y 2020 y 2021 Labaka) y mañana busca su octava txapela con el séptimo compañero. Su efectividad de finales ganadas y disputadas supera el 70% y si hoy gana llegaría al 80%, un dato impresionante. Urriza no juega finales, las gana. Las únicas que perdió fueron en 2009 con Lizaso y con Endika en 2013.

Xabier Azpiroz también sabe lo que es ganar la txapela del Parejas. Lo hizo en 2018 junto a Xanti Uterga ante Juanenea y Endika. Será, al igual que para Ansa, su tercera final del Parejas.

Ansa II-Martirena han disputado hasta la fecha un campeonato impecable ganando todos los partidos de la liguilla, que les otorgaron el pase a la final de forma directa. Por su parte Urriza y Azpiroz comenzaron perdiendo los dos primeros partidos, pero luego han ganado cuatro de forma consecutiva y llegan a la final en plena forma y de menos a más.

Ambas parejas se midieron el pasado 11 de noviembre y Ansa-Martirena ganaron 2-1 en el mejor y más igualado partido de todo el campeonato. El choque terminó 15-13, 12-15 y 8-7. Fue un partidazo, y si se repiten las constantes vitales de aquel duelo la final será de las mejores de la historia.