donostia - “Tengo dolor, pero no es nada importante”, confesaba Mikel Urrutikoetxea ayer mismo. La torcedura del tobillo derecho del domingo en el Ezkurdi de Durango, provocada por los cables de la televisión, que le hicieron cojear y ser vendado por los servicios médicos de la empresa bilbaina cuando su primer partido del Parejas como zaguero empezaba a pedir la cuenta, no reviste mayor gravedad que la que los mismos doctores revelaron en la contienda. Analizaron desde Asegarce que se trataba de un esguince grado I y el dolor del zaratamoztarra estaba instalado en la parte interior del tobillo, molestias que sigue arrastrando aunque irán remitiendo con el paso de los días.
El campeón tiene partido el domingo en el frontón Ederrena de Urretxu y la semana de parón relativo debería ser tiempo suficiente para recuperarse. Así las cosas, el mismo pelotari reconoció que el pie derecho “no está” hinchado, pero las molestias se mantienen.
Las circunstancias de la lesión fueron una mezcla de mala fortuna y falta de cuidado por parte de la operadora televisiva, que no evitó colocar los cables de las cámaras y los elementos para la retransmisión en las tablas de contracancha, donde los pelotaris pueden tener algún tipo de percance. Analizaba tras el partido el delantero de Zaratamo que “no hay otro deporte en el que pasen estas cosas. En otros frontones, como Bilbao, se esfuerzan en guardarlos para que no molesten a los manistas”. Y así es, pero el grueso de cables, situados a la altura de las sillas de descanso, fue la culpable de una lesión que, por suerte, ha quedado en “nada importante”. Fue en una pelota perdida por Álvaro Untoria a las tablas, que fue a recoger el campeón y trastabilló con el elemento extraño colocado en la zona de juego.
Así las cosas, parece asegurada la presencia del vizcaino en la segunda contienda del Parejas de Primera, en la que aún es una incógnita quién será su compañero. Aimar Olaizola arrastra problemas en la mano izquierda desde el Cuatro y Medio, que le penaron en la semifinal de manera clara. Las dolencias que le hicieron perder en el Bizkaia de Bilbao contra Juan Martínez de Irujo están instaladas en la parte baja de su dedo corazón. Desde entonces, el goizuetarra no ha comparecido de blanco y, aunque está programado para el envite, es todavía dudoso si va a jugar o no. Ayer manifestaba el goizuetarra que la mano “va a mejor”, pero se probará mañana.
En caso de que no esté listo, Danel Elezkano será su suplente de nuevo. El delantero de Zaratamo demostró el domingo que es un manista de garantías y está para jugar en Primera. En todas las pruebas de su empresa ha rendido al 100%.