El último registro de venta de coches del pasado mes de marzo, que permite también conocer el comportamiento del sector en el primer trimestre del año, presenta en términos generales, tanto en Euskadi como en el Estado, un mercado prácticamente estancado, con un importante retroceso de los vehículos electrificados, lo que evidencia que se está muy lejos de alcanzar los objetivos de descarbonización que se pretenden, con lo que es necesario la adopción de medidas de gran calado para cambiar de rumbo.

Una idea precisa de esta situación de impasse en la que se encuentra el sector de la distribución de coches es que las matriculaciones de turismos en el Estado solo crecieron un 3,1% en el primer trimestre del año, cuando el comportamiento del mercado en los tres primeros meses del ejercicio pasado fue muy flojo y, por supuesto, muy lejos del 22,7% registrado en el mismo periodo del año 2019, un año antes de la pandemia. En Euskadi, las ventas acumuladas crecieron un 3,1%, gracias al fuerte empuje de Bizkaia, con un aumento del 5,34%, que tuvo su contraste con el descenso de Gipuzkoa y de Araba que registraron caídas del 3,63% y 5,07%, respectivamente

En esta situación negativa con incrementos moderados, cuando no negativos, destacan de manera importante las ventas registradas en Galicia, con un aumento del 14,9%, muy por delante del 11,5% registrado en la Comunidad Valenciana, que se convierte en una excepción a una regla que discurre por líneas preocupantes.

La razón de este buen comportamiento de las ventas de coches en Galicia hay que buscarla en el Plan Renove que la Xunta ha puesto en marcha desde comienzos de año y que ha permitido aflorar una demanda embalsada que ha aprovechado esas ayudas para cambiar de vehículo por otros modelos más eficientes y seguros.

El plan gallego Renueva tu vehículo contempla unas ayudas de entre 3.000 y 4.000 euros para achatarrar un vehículo de más de diez años de antigüedad y adquirir otro nuevo de cualquier tecnología, tanto diésel, como gasolina, híbrido, híbrido enchufable, eléctrico, GLP y GNC, siempre que no superen unas emisiones de 125 gramos de CO2. Un dato importante es que las ayudas, en las que participan, en una parte, también los concesionarios, se conceden en el momento de la compra, a diferencia de los planes puestos en marcha por el Gobierno español que se cobran, en el mejor de los casos, un año después.

El envejecimiento progresivo de la edad media del parque automovilístico es, en estos momentos, uno de los mayores escollos que tiene el proceso de descarbonización de la movilidad que las instituciones quieren impulsar. Este hecho está directamente relacionado con la incertidumbre que demuestran los conductores a la hora de adquirir un coche electrificado, cuyas ventas, que suponen el 11% del total, se han estancado respecto año pasado.

Los conductores están retrasando la decisión de comprar un coche eléctrico por diversos factores. El primero, el alto precio que tienen estos vehículos; en segundo lugar, por la falta de una estructura sólida de electrolineras y, por último, la posibilidad, no descartada todavía por la UE, de incluir los biocombustibles y los sintéticos como fuentes de energía verde por su no emisión de CO2.

Esta es una de las razones por las que el 65% de los coches que circulan por las carreteras de la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) tiene una edad media de 14,5 años, una cifra que ha subido en cuatro meses, respecto a los 14,1 que se registraba un año antes, según datos facilitados por la patronal de los concesionarios de coches, Faconauto, referidos al año 2023. En Galicia, el 71,3% de su parque automovilístico tiene una edad media de 15,9 años, confirmando una subida de 0,48%, respecto al año 2022.

Esta es una de las razones también por las que el mercado de coches de ocasión en Gipuzkoa está registrando un comportamiento muy positivo, con un incremento del 2,27% durante el año 2023, hasta el punto de llegar a cuadriplicar sus ventas frente a las de los vehículos nuevos, lo que le convierte en el territorio líder en la CAV en la comercialización de vehículos de segunda mano.

Esta demanda provocada por la incertidumbre de los consumidores y situaciones puntuales como la crisis del suministro de chips que lastró la producción de coches nuevos hizo que los vehículos de ocasión se hayan encarecido casi un 40% su precio, en una situación que parece haber tocado techo con la recuperación de la normalidad en la producción y suministro de vehículos nuevos.

Un parque de automóviles cada vez más envejecido y unos conductores que retrasan la decisión de compra y optan por coches de segunda mano y de combustión, que son más contaminantes respecto a los actuales que utilizan el diésel y la gasolina como combustible, no deja de ser una gran contradicción en este proceso de descarbonización de la movilidad que se está planteando desde Europa.

Junto al alto precio de los coches eléctricos, hay que tener en cuenta la escasa red de electrolineras que existe en Euskadi, a pesar de que los puntos de recarga aumentaron un 68% en el año 2023, al pasar de los 735 postes existentes en el año 2022 a los 1.238 registrados en diciembre del año pasado. Este aumento de electrolineras no es suficiente porque los conductores de coches eléctricos deberían de contar con un total de 2.900 postes a finales de este año, un objetivo que parece inalcanzable a día de hoy. La situación también es similar en el Estado, ya que la red de recarga en 2023 contaba con 29.301 postes, cuando el objetivo era disponer ya de 45.000 electrolineras, una realidad que dista de manera importante de los objetivos marcados por la UE para reducir al 55% las emisiones de gases de efecto invernadero para el año 2030.

Teniendo en cuenta esta realidad y el retroceso que se está produciendo en la venta de coches eléctricos en el Estado, parece que será difícil a corto plazo que estos vehículos supongan el 5% de las ventas de los coches nuevos, en lo que se estima el punto de inflexión en los mercados para que la demanda de esos vehículos se convierta en masiva. Es una constante que se ha repetido en productos con tecnologías nuevas como televisores en color, los relojes inteligentes, etc., cuando salen al mercado. En principio, antes de iniciar una situación de demanda masiva, las ventas de esos productos nuevos se comportan de manera plana, con lo que, según los expertos, estaríamos en ese escenario en el caso de los coches eléctricos.

Con este panorama, parece pertinente volver a insistir en la necesidad de que el nuevo Gobierno Vasco que salga de las elecciones del próximo día 21 de abril ponga en marcha un nuevo Plan Renove, siguiendo las pautas del aprobado en el año 2020, que fue todo un éxito al agotarse en muy pocos meses, ya que contemplaba todo tipo de tecnologías, desde las eléctricas a las de combustión. La medida supuso mandar al desguace un total de 5.000 coches que fueron sustituidos por otros vehículos más eficientes y menos contaminantes, con lo que se contribuyó de manera importante a activar toda la cadena de valor de la automoción, desde los fabricantes de vehículos y de componentes a los concesionarios de coches. Una buena razón para retomar aquella iniciativa. l