umplir años, aunque sean ya unos cuantos, es una buena noticia porque lo malo, malo, lo peor, es no cumplirlos. Pues cumplí unos cuantos, entre 20 y 90, el martes. Lo de siempre, comidita, paseo, un par de potes y regalitos. El mejor de todos, la cita para la vacuna un día después. No voy a decir que me encante que me pongan inyecciones, pero sí he de reconocer que quiero, necesito, ir cerrando etapas con la pandemia, que como a todos se nos está haciendo larga y dura. Además, como servidora pasó el covid, con una dosis la he ventilado. He estado dudando si ponerme traje de gala, pero me ha parecido demasiado. Total, que ya está. Una alegría para mí y para quienes me rodean, me conozcan o no. Para los de la familia, porque me quieren, y para los demás, porque cuantas más personas estén vacunadas, mejor para todos y todas. A los listos y listas que no creen en las vacunas (no sé yo si la ciencia puede considerarse cuestión de fe, parece que sí para este grupo) les digo una cosita. No me vengan ustedes hablando jamás de los jamases de solidaridad, porque de lo menos solidario que se me puede ocurrir es ir diciendo que no por "principios" a la vacuna y aprovecharse de que los demás nos la pongamos. Háganselo mirar, pero no cuela.