Comunicadora ejemplar con un lugar ganado a pulso en la historia de la radio y la televisión: Sí, cito los medios en ese orden, porque hizo sus primeros pinitos en el ya lejano 1980 pinchando discos -así se decía entonces- en la emisora de Bilbao de Los cuarenta principales, donde fue, tras su tocaya Ana Arce, la segunda mujer contratada para esos menesteres. Lo recuerdo porque yo estaba de vez en cuando al otro lado de las ondas. Luego, se fue a hacer los madriles y, tras picar aquí o allá, en septiembre de 1990 se estrenó junto a Francine Gálvez en el Telediario de fin de semana de la que todavía llamábamos “la primera” o, como mucho, TVE-1. Fueron cambiando las ediciones (noche, sobremesa) y los gobiernos, y ahí siguió durante los siguientes tres decenios largos... hasta hoy, que cuelga los trastos de presentar. Le deseo lo mejor.