Acaparador de sumarios pirotécnicos y perseguidor de los que usted mismo señala como enemigos de España: Si a Baltasar Garzón, que fue como usted aunque hoy no quiera recordarlo, le escribieron una melosa biografía titulada El juez que veía amanecer, la suya podría llamarse El justiciero que ni duerme ni deja dormir. No contento con instruir las causas más delicadas del procés llenándolas de fantasiosas teorías y hasta metiéndose en la mente de los que su señoría considera criminales, ahora le ha dado por desempolvar un caso de la pérfida Baskonia. Fue usted mismo el que hace tres meses archivó una investigación al entorno de Sortu por la organización de recibimientos a presos de ETA y el que ordenó reabrirlo ayer mismo. Como reza el sobado latinajo de su oficio, Qui prodest? ¿A quién le beneficia?