No debatas que hace más calor
No esperen grandes primicias en esta reaparición tras el parón veraniego. Un periodo en el que los espectadores fieles seguimos viendo la tele aunque algunas cadenas tengan la desfachatez de repetir sus contenidos del invierno. Ahora, lo que ha seguido al final de los Juego Olímpicos de Río 2016 ha sido una gran resaca televisiva. Sí que me ha habido algunos cambios. Se nos ha ido Mariló Montero de las Mañanas de TVE y deja su puesto a María Casado. Una sustituta natural ya que era quien le precedía en los Desayunos programa que pasa a dirigir Sergio Martín, a los que algunos valoraron sus galones por la felicitación a Pablo iglesias por la excarcelación de presos de ETA. Lo cierto es que en TVE con esta interminable interinidad se han dado cuenta de que lo mejor es mover ficha ya que nadie va a decir nada porque el partido en el poder siga colocando sus peones. Y lo peor puede que esté por llegar ya que esta situación podría alargarse todo un año. Un periodo demasiado largo y que no todos están seguros de concluir. No hay más que ver la mala cara con la que ha vuelto de sus vacaciones Ana Blanco, a la que ayer demacraron más las sombras góticas del Congreso de los Diputados desde donde realizaron un tétrico directo en la mismísima Carrera de San Jerónimo. Es tal el sopor informativo de este verano que las televisiones han confundido proximidad con interés. Apostar por los debates del Congreso es darle en la espinilla al espectador. La información política en televisión depende tanto de las tertulias que luego cuando hay que captarla en los telediarios es como conectarse con una cámara oculta aun aula vacía de un colegio en pleno verano. Ayer en el Telediario 2, numerosos paseantes pudieron hacerse un selfie con el fondo del set de TVE y la melena de Ana Blanco o saludar a los suyos mientras paseaban por los aledaños. Y lo peor es que, esta canícula, promete alargarse durante el recién estrenado septiembre.