¿Quién da más? Fútbol a un euro
Menudo lío se está montando con la Champions. Ayer los nervios crecieron porque no hubo manera de saber si sería posible ver al Barça (el Valencia ya no importaba tanto). Esta guerra de nervios que están echando entre los que han puesto taquillas para cobrar, que son los de Movistar con Mediapro, los dueños de los derechos, está haciendo que bares y particulares no terminen de aclararse sobre cuál es el canal que tienen que contratar para poder poner unos vinos o para echar el rato en el cuarto de estar de alta alcurnia. El fútbol a estas alturas es sinónimo de negocio hostelero venido a menos. Antes los bares se llenaban porque los canales futbolísticos eran algo prohibitivo. Hoy la apuesta es que la mayor parte de las casas cuenten con la posibilidad de ver el fútbol pagando y a los bares que les vayan dando. El dilema de las grandes empresas Vodafone, Orange y Movistar es saber cuánto estamos dispuestos a pagar cada uno por ver el fútbol en nuestras casas, y luego si quieren comprarlo los bares que lo compren. Una incógnita que no tardarán en despejar antes de firmar un acuerdo. Aunque puestos a poner un precio, ya se lo digo yo: si el partido no va a ser explotado comercialmente por los bares, tampoco debería superar el euro y si me apuran bastante menos.
Ya volvemos a tener partido los sábados por la noche como en los viejos tiempos. Aunque la duda es cuándo deja de haber fútbol, dada la dispersión de los partidos que es tan amplia, el fútbol se desparrama a lo largo y ancho del fin de semana, al que hay que añadir el resto de lunes a jueves con la disputa de los partidos de la Champions y la Europa League. Esta ubicuidad futbolera se completa además, por si fuera poco, con algunos partidos europeos. Mires donde mires y más si le bajan el precio, solo verás fútbol.