EL programa Sálvame Deluxe es una edición especial del habitual programa de sobremesa que se emite los viernes, sesión doble, con actuaciones estelares de personajes del mundo del famoseo, conducido por el spiderman de la telebasura y que enfrenta a dos o tres personajillos con la artillería pesada de Kikos, Milas, Lidias y cía. Se entiende que someterse a la máquina de la verdad o pasar el trago de cinco colaboradores disparando a dar, tiene suculenta compensación de euros que reponen faltriqueras de estos vividores de la tele con excelente audiencia, acercándose a dos millones de espectadores diarios, cifra difícil de acometer por los diversos competidores que ensayan múltiples fórmulas y ninguna tiene acierto, rotundidad y claridad de mensaje como el producto señalado. La última edición de Kaka de luxe estuvo dedicada a un tal Pipi Estrada y su ex Lucía Lapiedra/Miriam Sánchez profesionalmente dedicada en el pasado a la interpretación folletera y ya retirada de los ruedos de la producción pornográfica. Esta inefable pareja con múltiples antecedentes, ambos dos, en el cambio de parejas, infidelidades consumadas y abundante producción de cuernos pasionales nos dieron un recital de agresiones, faltas de respeto, absurdas desconsideraciones mutuas que daba grima seguir con agresivas secuencias de un programa violento, machista y deslenguado, cebándose en las relaciones de la expareja con procacidad y mal gusto. El dicharachero reportero radiofónico deportivo y la extorsionada, manipulada y usada pornostar compusieron un relato para olvidar en los archivos de una cadena que sigue explotando la filosofía mamachicha como icono mediático con diferente formato y reiterado espíritu basurero por mucho Gran debate que programen para darse un baño de pedrigree de calidad informativa.