Desde que me enteré que Felipe González ha fichado por Gas Natural y va a tener un sueldo de más o menos 120.000 euros al año pasamos un frío en casa del copetín. Mi rival, que es de natural muy resistente, está pasando ya de la fase pasota a la fase explicativa y ayer me dijo: Jorge, el termostato marca 14,6 grados. Creo que me ha salido un sabañón. Yo la quiero mucho, pero cogí un vinilo que me regaló mi prima Mamen en el 92 de la banda sonora de El Guardaespaldas y le di fuego. Mi prima creo que se casó ese año y seguro que estaba tan atareada que la pobre no acertó. Bueno, no está mal, el vinilo ha durado 18 años, lo pude quemar en el 93 un día que fuimos de camping a ver el Tour. Ayer me fumé un cigarro imaginando que dentro de esas volutas también estaba Kevin Costner. Subió el termostato hasta 17,4, pero al caer la noche volvió a bajar ya por debajo de 12 y tuve que tomar la decisión más complicada de mi vida. O volver a enchufar la calefacción o lo otro. Hice lo otro. Nos fuimos a dormir a casa de mi abuela. Mi rival en el cuarto de mi tía y yo en el de mi abuela, con la Cope a 200 decibelios y ese rechinar de dientes postizos que se les pone a las nonagenarias aunque ya se hayan quitado los dientes. ¿Abu? Dime michico. ¿Puedes bajar la radio un poquito? Ni pa Dios, que no oigo. Pero si no dicen nada. Ya, por eso, me ayuda a dormirme. Ya llegarás a mis años, ya. No creo abu, en casa hace mucho frío. ¿Jorge? Dime abu. ¿Has oído que Felipe González ha fichado por Gas Natural? Algo he oído, sí. ¿Tú no serás socialista, no? No, abu, no, no jodas. Oye, que no es nada malo. No, no. Pero un rato raros son, ¿verdad? Un poco sí. Vete al cuarto de la tía y pregúntale si nosotras tenemos Gas Natural o calefacción central. Central, abu, tenéis central. Menos mal.