Hay momentos en que pienso que las entidades bancarias no se preocupan de lo humano. Como que la persona, y en este caso el cliente, no es su preocupación máxima ni mínima. Es de vergüenza las limitaciones de acceso que tenemos los mayores en las Cajas y Bancos (cierre de sucursales, nada de atención personalizada, horarios más restringidos€) y con la demasiada digitalización se va llegando a más deshumanización. El logro de un aumento en la expectativa de vida debe ir acompañado de una mejora en la calidad y de una cada vez más satisfactoria inserción social. La escritora gallega Concepción Arenal (1820-1893) decía: "El mejor homenaje que puede tributarse a las personas buenas es imitarlas y respetarlas". Con frecuencia los homenajes que se tributan a las personas buenas consisten en obsequios y en palabras de elogio, de admiración y de acción de gracias que, sin duda, son justos y necesarios, pero insuficientes, porque el mejor homenaje sería la voluntad decidida de imitarlas y no discriminarlas. Nuestros políticos tienen mucho que decir, aparte de salir en fotos de homenajes a las personas centenarias. Espero que el lehendakari, nuestro Diputado General de Gipuzkoa y nuestros alcaldes tomen cartas en el asunto. No a tenernos marginados. La avanzada tecnificación no nos debe dejar fuera de juego. Estimo que Kutxabank, Banco Bilbao Bizkaia como Santander, Caja Laboral y otras entidades nos están discriminando ante los cierres de sucursales en barrios y pueblos pequeños, falta de atención personal y poco respeto al cliente.