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¿Vencer o convencer?

Sáenz de Santamaría confirmó ayer la interposición de un recurso ante el Tribunal Constitucional contra la candidatura de Puigdemont a la presidencia de la Generalitat. Veinticuatro horas antes, la vicepresidenta había dicho que solo lo presentarían si el dictamen del Consejo de Estado era favorable. Pero, donde dije digo, digo Diego y a pesar del varapalo del máximo organismo consultivo, echaron mano al artículo 161.2 de la Constitución para intentar alterar la propuesta de investidura. No importa lo que dijeran las urnas, ni que para muchos juristas pudiera ser un claro “fraude de ley”. Lo importante es vencer, convencer es secundario. Dicho de otra forma, todo por la ley, aunque haya que retorcerla y quede irreconocible. La noticia me retrotrae a aquel suceso ocurrido el 12 de octubre de 1936 en el paraninfo de la Universidad de Salamanca. Sería un anacronismo buscarle similitudes, pero puede resultar pedagógico recordar aquel “vencer no es convencer” que dijo Miguel de Unamuno ante Millán Astrain y un grupo de legionarios. Varios oradores habían articulado soflamas panfletarias sobre el “Día de la raza”. Unamuno, que presidía como Rector Magnífico, refunfuñaba en su asiento dispuesto a no decir palabra. De pronto no pudo más, se puso en pie y dijo: “Estáis esperando mis palabras. Me conocéis bien y sabéis que soy incapaz de permanecer en silencio. A veces quedarse callado equivale a mentir, porque el silencio puede ser interpretado como aquiescencia. Quiero hacer algunos comentarios al discurso, por llamarlo de algún modo, del profesor Maldonado. Se ha hablado de guerra internacional en defensa de la civilización cristiana, yo lo hice otras veces. Pero no, la nuestra es solo una guerra incivil. Vencer no es convencer y hay que convencer sobre todo y no puede convencer el odio. Dejaré de lado la ofensa personal que supone su repentina explosión contra vascos y catalanes, llamándolos anti-España porque, con la misma razón pueden ellos decir lo mismo”. Contó más cosas, que tal vez recordemos otro día.