Se van a cumplir cuatro años de la memorable frase “se acabó la cultura del cemento” que soltaron los actuales gestores de la Diputación cuando entraron a gobernar la institución foral. Y con el rancio estilo del “ordeno y mando”, las obras de las infraestructuras viarias previstas en Gipuzkoa se ralentizaron o se paralizaron. Un ejemplo cercano de esta parálisis es la de la carretera Azkoitia- Urretxu. Unas mejoras previstas y acordadas en la pasada legislatura dentro de un proceso de participación ciudadana, el primero, impulsado por la Diputación dirigida por Markel Olano.

Cambió el Gobierno, entró Bildu y la reforma de la carretera desapareció. En este tiempo, sin embargo, las necesidades de disponer de una carretera mejorada no han disminuido. Lo saben, lo sabemos, todos los que por un motivo u otro hemos tenido que desplazarnos a Urretxu-Zumarraga, a veces con carácter urgente, para ser atendidos en nuestro hospital de referencia. Lo saben perfectamente el alcalde de Azpeitia, Eneko Etxeberria y la nueva alcaldesa de Azkoitia, la azpeitiarra, Urrategi Alberdi. También era consciente de la situación, el anterior alcalde de Azkoitia hasta mediados de legislatura, Pello Baztarrika. Pero el dato objetivo está ahí: ninguno ha hecho nada para defender y reivindicar ante la Diputación la necesidad de acometer esta obra. No han sabido o no han querido anteponer las legítimas y fundadas reclamaciones de los vecinos de Azkoitia y Azpeitia a la consigna “se acabó la cultura del cemento”, de sus superiores. Es más, mientras la Diputación cuando le conviene sí invierte con cemento, por ejemplo para proseguir con las obras de la carretera Urretxu-Deskarga-Antzuola, puesto que el adobe y la paja no sirven, los alcaldes de nuestros dos pueblos siguen callados. Cuatro años de silencio y parálisis. Eso sí, se entretienen e intentan entretenernos, en la vecina Azkoitia además con cierto éxito de cabreo popular, con el tema de las basuras. Está claro que la gestión de nuestros actuales alcaldes no está a la altura que el nivel de desarrollo económico y social de la comarca demanda.