Soy el hijo de Maritere o Teresa, como le llamabais a mi ama, fallecida recientemente. Tenía ganas de escribir unas pocas letras, que os aseguro nos salen del corazón, a mí y a mi familia. Van dirigidas a las personas que habéis hecho posible, con la profesionalidad, pero además con el cariño, el afecto y la dedicación, que sus últimos años de vida hayan sido felices. Por eso quiero expresaros a todos, desde la Dirección, asistentas sociales, médicos, enfermeras, psicólogas, auxiliares, limpieza, etc., no quiero poner nombres porque seguro me dejaría alguno, nuestro agradecimiento más sincero y también el de Maritere, que allá donde se encuentre os seguirá llamando “guapa”. Da gusto y es de justicia reconocer y agradecer, desde la realidad y el sentimiento, el trabajo y la humanidad del personal de Txara II. Eskerrik asko eta besarkada handi bat, gure partetik.
