Ucrania conmemoró este sábado el segundo aniversario del comienzo de la invasión rusa con una jornada marcada por la presencia en Kiev de líderes extranjeros que transmitieron al presidente Volodímir Zelenski el apoyo del G7 y la Unión Europea y se comprometieron por escrito a enviar más ayuda militar a lo largo de 2024.

El acto central del día tuvo lugar por la tarde en el complejo arquitectónico de la Catedral de Santa Sofía del centro de Kiev, donde la primera ministra italiana y presidenta de turno del G7, Giorgia Meloni, abrió la reunión telemática con los demás líderes de las siete democracias más industrializadas del mundo con un mensaje a Zelenski.

“Querido Volodímir, debes saber que Ucrania puede contar con todas las naciones del G7 y con la Unión Europea. Nunca hemos retrocedido y no tenemos intención de hacerlo ahora, a pesar de lo que dice cierta propaganda”, dijo en su alocución Meloni, que antes había firmado con Zelenski un acuerdo por el que Italia se compromete a apoyar a Ucrania a largo plazo.

En presencia de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, otros dos mandatarios extranjeros que quisieron estar en Kiev, Zelenski agradeció el apoyo. “Contamos con vosotros” para “nuestra victoria común”.

Siguiendo los pasos de Meloni, Trudeau también suscribió ayer con el presidente ucraniano un acuerdo en materia de seguridad por el que Canadá se compromete a enviar ayuda militar y macrofinanciera a Ucrania por valor de 3.000 millones de dólares canadienses (más de 2.000 millones de euros) a lo largo de 2024.

Reino Unido, Alemania, Francia y Dinamarca ya habían firmado con Ucrania acuerdos similares a los suscritos ayer por Giorgia Meloni y Justin Trudeau para dar ciertas garantías de seguridad a Ucrania hasta que sea aceptada en la Alianza Atlántica. También presente en la capital ucraniana, el primer ministro de Bélgica, Alexander de Croo, anunció para Ucrania una partida de ayuda de 1.000 millones de euros para este año.

Bélgica ocupa este semestre la presidencia de turno de la UE, por lo que De Croo se reunió con Zelenski y Von der Leyen en la que trataron el proceso de integración europea de Ucrania, que debe empezar negociaciones de adhesión tras dar luz verde a este paso los Veintisiete en diciembre del año pasado.

Además de insistir en la firmeza del apoyo europeo, Von der Leyen adelantó que Kiev recibirá en marzo una primera partida de 4.500 millones de euros de los 50.000 millones de asistencia financiera que la UE aprobó en marzo para sostener macroeconómicamente a Ucrania hasta 2027.

Por su parte, el primer ministro belga anunció que en las próximas semanas se darán “los últimos pasos adicionales” para poner en marcha un mecanismo que permita destinar los activos rusos congelados en Europa a pagar la reconstrucción de Ucrania. De Croo tasó los activos en cuestión en ups 15.000 millones de euros.

En un plano más simbólico, Zelenski y los líderes extranjeros que visitaron ayer Ucrania viajaron por la mañana al aeropuerto de Gostomel de las afueras de la capital ucraniana para recordar la batalla de principios de la guerra en que las tropas ucranianas lograron desbaratar los planes rusos de tomar el aeródromo y utilizarlo para tomar Kiev.

Todos los dirigentes presentes alabaron el coraje mostrado entonces por Ucrania y destacaron esa victoria ucraniana como crucial para que Rusia no pudiera cumplir sus planes de derrocar al Gobierno pro-occidental de Zelenski.

“Estamos 730 días más cerca de la victoria”, proclamó el presidente ucraniano. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y los primeros ministros de Bélgica, Alexander de Croo; Italia, Giorgia Meloni; y Canadá, Justin Trudeau, participaron junto a Zelenski en la ceremonia en el aeródromo de Hostómel.

La toma rusa de Hostómel se ceñía al plan de “tomar Kiev y Ucrania en tres días”, pero dos años más tarde Zelenski señaló en un discurso desde este mismo lugar que han pasado 730 días de “dolor” y, al mismo tiempo, de “esperanza”.

Progresos en Avdivka

Por lo que respecta al campo de batalla, el Ministerio de Defensa ruso informó de nuevos progresos de sus tropas en los alrededores de Avdivka, en el este del país, una localidad de donde Ucrania hubo de retirarse la semana pasada al verse desbordadas sus tropas por la superioridad rusa en hombres y munición.

También ayer, fuentes oficiales ucranianas confirmaron el derribo del segundo avión espía ruso A-50 en lo que va de año. “Toda la tripulación del avión de detección por radar de largo alcance ruso A-50 ha muerto”, indicó un responsable del Directorio de Inteligencia Militar ucraniano .

Asimismo, también reivindicaron el ataque con drones que destruyó la noche del viernes la planta siderúrgica del oeste de Rusia de la que sale casi un quinto del acero que se produce en el país.