El secretario general de la ONU, António Guterres, declaró ayer que la matanza de niños en la Franja de Gaza desde que comenzó la guerra entre Israel y Hamás “no tiene precedentes” en ningún conflicto desde que asumió la Secretaría General de la organización. Guterres respondía así a una pregunta de la prensa sobre si los ataques del fin de semana a dos escuelas de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) constituyen crímenes de guerra.

El portugués dijo que no le corresponde a él realizar este tipo de valoraciones, pero que, si se atiende sólo a la cifra de menores muertos durante las hostilidades, los niños de Gaza mueren a un ritmo superior que en cualquier otro conflicto.

Guterres apuntó a los informes de la ONU sobre menores muertos en conflictos a lo largo de un año, que le ha tocado presentar en varias ocasiones, y dijo que, hasta ahora, el número mayor corresponde a Afganistán, donde fallecieron más de 900 niños en 2018. “Sin entrar en discusiones sobre la exactitud de las cifras publicadas por las autoridades de facto en Gaza, lo que está claro es que en unas semanas hemos tenido miles de niños fallecidos”, dijo.

Reiteró su idea de que hará falta un periodo de transición, una vez concluya la ofensiva israelí, supervisado por una coalición de países que permita a la Autoridad Nacional Palestina asumir la responsabilidad en el enclave palestino de Gaza. Dijo también que, durante este periodo de transición, la mejor solución no sería un “protectorado” de la ONU, sino un acuerdo entre diferentes países que incluya a EEUU como principal garante de la seguridad de Israel, y a los países árabes como protectores de los palestinos.

Estado de los bebés

Las palabras del secretario general de la ONU se ven ratificadas por el hecho de que los 28 bebés prematuros evacuados el domingo de la Franja de Gaza a Egipto se encuentran en “estado crítico” en diferentes hospitales de la provincia del Norte del Sinaí, mientras que su condición impide que sean trasladados a otros centros del país, informaron fuentes médicas.

Fuentes del Hospital de Al Arish indicaron que “la mayoría o incluso todos” los bebés evacuados a través del paso fronterizo de Rafah, que conecta Gaza con Egipto, se encuentran en “estado crítico” y, por esta razón, no pueden ser trasladados a El Cairo para recibir tratamiento.

En el Hospital de Al Arish –a unos 30 kilómetros del paso terrestre por donde fueron evacuados– se encuentran 16 de los bebés, mientras que el resto han sido derivados a otros centros cercanos, apuntaron las fuentes.

Los recién nacidos llegaron ayer a Egipto después de que 31 neonatos fueran evacuados la víspera del hospital Al Shifa de Gaza, el más grande de la Franja, y trasladados al sur del enclave palestino en preparación para su ingreso a territorio egipcio.

De acuerdo con las fuentes, tres de ellos murieron antes de llegar a Egipto “debido al largo tiempo que llevó coordinar el traslado de los bebés a través de zonas peligrosas” dentro de la Franja de Gaza.

El Ministerio de Salud egipcio dijo ayer en un comunicado que los neonatos estaban siendo trasladados a diferentes hospitales, sin especificar, para brindarles atención médica “del más alto nivel” debido a su deteriorado estado de salud. Asimismo, fuentes del hospital de Al Arish indicaron previamente que cinco madres de estos niños también fueron evacuadas y llegaron al hospital para reencontrarse con sus hijos.

El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, manifestó que los 31 bebés estaban “muy enfermos” y fueron evacuados del Al Shifa en seis ambulancias de la Media Luna Roja Palestina junto con seis sanitarios y diez familiares de los trabajadores.

5.000 muertos

Lo cierto es que los 45 días de incesante ofensiva israelí contra la Franja Gaza han acabado con la vida de más de 5.500 niños, más que el promedio anual de todos los conflictos del mundo juntos desde 2019.

Los padres de los que sobreviven se desviven para conseguir comida, agua y un sitio donde dormir, pero también para entretenerlos y engañarlos, en un intento inútil de evitar que los ataques israelíes no les roben la niñez. Con motivo del Día Mundial de la Infancia, la directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russel, recordó la importancia de respetar a los niños “en un mundo cada vez más hostil a sus derechos”.

El pediatra Yusef Abu Saita, uno de los 1,7 millones de palestinos desplazados por la guerra, cuenta a Efe que intentó convencer a sus hijos de que los cadáveres en las calles eran muñecos que habían colocado los soldados israelíes para asustarlos y la también desplazada Sumud Zorob asegura que sólo vive por y para sus hijos.

“Como madres, no podemos controlarnos, pero lo hacemos a la fuerza, por necesidad, sólo por nuestros hijos. Si no tuviera hijos, te lo juro por Dios, no querría vivir por todo lo que estamos viendo: los trozos de cuerpos, el olor, los muertos”, comenta Sumud, madre de cinco menores.

Las familias de ambos han encontrado cobijo en la escuela Al Quds, situada junto a la plaza Al Awda, la principal de Rafah. Viven en unas tiendas de plástico de unos dos metros de largo por dos metros de ancho.