El próximo envío por parte de Estados Unidos a Ucrania de munición con uranio empobrecido para los tanques M1 Abrams prometidos ha provocado el enfado de Rusia en un momento en el que la contraofensiva ucraniana gana impulso al sur de la ciudad oriental de Bajmut y el oeste de la región suroriental de Zaporiyia. “Esto es, de hecho, un acto criminal (...)”, señaló el viceministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Riabkov.

El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, que ayer visitaba la provincia ucraniana de Chernígov, anunció el pasado miércoles en Kiev un nuevo paquete de asistencia militar y civil de más de 1.000 millones de dólares para Ucrania, que incluye por primera vez munición de calibre 120 milímetros con uranio empobrecido para tanques M1 Abrams.

El presidente estadounidense, Joe Biden, prometió a Ucrania en enero 31 unidades de estos blindados. “Queremos asegurarnos de que los ucranianos pueden ser tan efectivos como sea posible en esta contraofensiva (...), explicó en Washington el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby.

El uso de proyectiles con uranio empobrecido, que tienen mayor capacidad para perforar blindados y están en las reservas de otros Ejércitos, incluido el ruso, es controvertido por sus posibles impactos en la salud y el medioambiente.

En marzo pasado el Reino Unido fue el primer país en anunciar el envío a Ucrania de este tipo de municiones para sus tanques Challenger 2.

Moscú advierte del peligro

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, señaló ayer que el suministro de estos proyectiles por parte de EEUU es una “muy mala noticia” por las consecuencias para la población del territorio en la que va a ser empleada la munición. Enfatizó que toda la responsabilidad “recaerá completamente sobre EEUU”.

Peskov recordó que este tipo de munición se utilizó activamente en Yugoslavia con “consecuencias muy, pero muy tristes, registradas incluso por organizaciones internacionales”. El portavoz indicó que el empleo de uranio empobrecido condujo a un “aumento galopante de enfermedades oncológicas y otras”. Además, la diplomacia rusa recalcó que estas municiones causan “una nube radiactiva en movimiento y pequeñas partículas de uranio se depositan en el tracto respiratorio, los pulmones y el esófago, se acumulan en los riñones y el hígado, causan cáncer y provocan la inhibición de las funciones de todo el organismo”.

La portavoz adjunta del Pentágono Sabrina Singh dijo la víspera a la cadena CNN que Estados Unidos tiene “absoluta confianza en que los ucranianos los utilizarán de manera responsable mientras luchan por recuperar su territorio soberano”.

La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, señaló por su parte que los tanques M1 Abrams que podrán emplear esta munición llegarán “pronto” a Ucrania. Según el medio estadounidense Político, las primeras diez unidades deberían llegar a su destino a mediados de este mes.

“Muchas de las armas transferidas ya se han convertido en chatarra o han sido destruidas en la zona de combate. No hay duda de que los Abrams sufrirán el mismo destino (...)”, afirmó el líder impuesto por Rusia en la región oriental ucraniana de Donetsk, Denís Pushilin. El anuncio estadounidense de un nuevo paquete de asistencia militar se produce cuando Kiev ha logrado dar un impulso a su contraofensiva.

Avances en Bajmut y Zaporiyia

Por lo que respecta a los diferentes frentes de batalla, en Donetsk, las tropas ucranianas han logrado en la última jornada expulsar al sur de Bajmut a los rusos de posiciones que éstos controlaban en este flanco de la localidad, según indicó ayer el Estado Mayor General ucraniano.

También en el este, pero en la región de Járkov, soldados ucranianos izaron ayer la bandera ucraniana en las aldeas de Stroivka y Topoli, en la frontera con Rusia, según el Ministerio del Interior.

A su vez, en el oeste de la región de Zaporiyia el Ejército de Ucrania logró liberar pequeñas áreas al sur de la liberada localidad de Robotine y al oeste de la vecina Verbove, según Oleksandr Shtupun, portavoz del grupo operacional estratégico Tavria, a cargo de la zona sureste del frente.

Allí las tropas de Kiev tratan de romper las líneas de defensa rusas para llegar a la ocupada ciudad de Melitópol y cortar el corredor terrestre creado por Rusia.

Blinken

promete más ayuda. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, visitó ayer la provincia ucraniana de Chernígov, donde visitó un centro de entrenamiento para la retirada de minas y prometió 90 millones de dólares (84 millones de euros) adicionales para esa tarea.

Stoltenberg

Destaca el avance ucraniano. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, aseguró ayer que Ucrania está “ganando terreno gradualmente” a las tropas rusas, pese a no avanzar “tanto como esperábamos” a causa de la dificultad que encuentran en las líneas de defensa de los invasores, fuertemente minadas.

Zelenski

Pide más esfuerzos. El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, pidió “fortalecer las capacidades para liberar los territorios ucranianos”.