Donostia. Un avión Airbus A380 de la compañía australiana Qantas tuvo que aterrizar de emergencia ayer en el aeropuerto de Singapur tras sufrir problemas técnicos mientras sobrevolaba Indonesia.

Éste es el primer problema técnico grave desde que hace tres años tuviera lugar el primer vuelo comercial del Airbus A380, el mayor avión de pasajeros del mundo.

"Un avión Qantas A380 desde Singapur a Sídney sufrió problemas en un motor poco después de despegar y regresó a Singapur", indicó la oficina de Qantas en Singapur.

El aparato aterrizó en la ciudad-estado a las 11.45 hora local sin que los 443 pasajeros y los 26 miembros de la tripulación que volaban a bordo resultaran afectados.

Testigos indonesios explicaron a la televisión TVOne que escucharon una explosión y luego descubrieron restos del avión que, al parecer, pertenecían al motor siniestrado.

Emma Kearns, una portavoz de Qantas, aseguró que el aparato sufrió un fallo en uno de sus cuatro motores poco después de despegar hacia Sídney. Aunque el aparato podría haber seguido volando con sólo tres motores, el piloto decidió regresar por precaución. Kearns negó que hubiera ocurrido una explosión a bordo.

La aerolínea australiana Qantas suspendió ayer todos los vuelos de sus Airbus A380 después del incidente, según indicaron fuentes de la compañía. El consejero delegado de Qantas, Alan Joyce, afirmó que decidieron dejar en tierra los seis modelos del Airbus A380 de los que disponen hasta que sean inspeccionados en busca de posibles averías.

Por su parte, el fabricante aeronáutico europeo Airbus reconoció que el incidente es el mayor de uno de estos aviones desde su entrada en servicio en 2007. Un portavoz de Airbus dijo no poder avanzar las causas porque "se está investigando" y añadió que los primeros informes apuntan a que el problema se produjo tras el despegue.

El portavoz, que no quiso calificar la gravedad del suceso, puso el acento en que "el avión hizo un aterrizaje seguro", y no comentó la decisión de Qantas de inmovilizar su flota. Insistió en que prestarán la ayuda que se les solicite en la investigación, y señaló que al tratarse de una cuestión del motor, el primero en tener que prestar asistencia es el fabricante, Rolls Royce.

Airbus, que envió un equipo de investigación a Singapur, informará "tan pronto" como sea posible de los detalles que se vayan confirmando. No obstante, aclaró que la responsabilidad de la investigación recae en las autoridades australianas, que son las competentes, concretamente en la Australian Transport Safety Bureau (ATSB).

Qantas atendió a sus pasajeros y tripulantes proporcionándoles alojamiento en Singapur, aunque está preparando un vuelo especial con destino a Sídney que se operará previsiblemente durante la mañana de hoy para devolver a los pasajeros afectados a su destino.

Expertos en aeronáutica señalaron que es "muy inusual" que una aerolínea deje en tierra toda la flota de un determinado modelo por un incidente, por lo que todo apunta a que el problema que presentó el motor fue grave, según informa la prensa local, que señala que el motor podría haberse arrancado de su cubierta.

La aerolínea Singapore Airlines también suspendió sus vuelos a bordo de su flota de aviones A380 tras el incidente. La compañía informó de que tiene que hacer revisiones de los aparatos por recomendación del fabricante de los motores, Rolls Royce, y de la propia Airbus.

"Nuestro fabricante de motores Rolls Royce y el constructor de aviones Airbus nos han aconsejado que realicemos chequeos técnicos preventivos en nuestros aviones A380, tras el incidente que se produjo en otro operador de la aeronave", indicó el vicepresidente de asuntos públicos de la aerolínea, Nicholas Ionides.