Una de las sorpresas más desagradables a las que debemos enfrentarnos al ir a coger nuestro vehículo tras tenerlo estacionado en la calle (aparte de los consabidos golpes, rayones o desperfectos de diversa índole), y sobre todo si es debajo de un árbol, es encontrarte con los consabidas chapones de excrementos de aves. Estas cacas de pájaros, especialmente las de especies grandes como las palomas cerca de las zonas arboladas o las de las gaviotas en áreas cercanas al mar, son dañinas para la vista pero sobre todo muy agresivas con la pintura de la carrocería de nuestro coche, que pueden dañar de forma importante.

Las defecaciones de los pájaros pueden causar graves perjuicios a la pintura porque contienen ácidos que con el calor aceleran sus propiedades corrosivas. De hecho las altas temperaturas diurnas hacen que las cacas de pájaros se expandan por la chapa y la pintura y al llegar la noche o enfriarse los excrementos o cualquier resto de suciedad similar se adhieren a la superficie dejando marcas que la mayoría de las veces son complicadas de eliminar.

Para deshacerse de estos engorrosos restos lo más aconsejable es actuar con la mayor rapidez posible y, sobre todo, antes de que se hayan solidificado. Así evitaremos más daños en la pintura y evitaremos que se queden marcas delatoras.

Eliminar las manchas en seco es un error que podrías pagar caro, por eso es mejor que antes humedezcas los excrementos si tienes un botellín de agua a mano para ablandarlo, reducir su acidez, y desincrustrarlo más fácilmente. Si no tienes agua a mano, puedes usar la del limpiaparabrisas y humedecer un trapo para remojar las cacas de pájaro.

Es imprescindible limpiar bien la zona afectada con agua templada y una esponja o bayeta impregnada un jabón de PH neutro o un producto similar no agresivo. Conviene aplicarlo con suavidad para evitar que los residuos que vayamos eliminando deterioren la pintura o dejen rayas si frotas excesivamente fuerte.

Si además eres de los que suelen encerar la carrocería de tu coche al menos un par de veces al año conseguirás un aspecto más lustroso para tu coche y, además, que la pintura aguante mejor los repulsivos excrementos de las aves.

Nunca está de más llevar en el coche una botella de agua y accesorios para limpiar estas engorrosas cacas, que aparecen cuando menos te lo esperas y deslucen el aspecto de tu coche. En el mercado existen incluso unas toallitas específicas para hacer frente a estas situaciones impregnadas de un producto especial y con resultados más que notables, según la mayoría de los usuarios. Su precio no es barato, entre 15 y 20 euros, pero resuelven el problema con rapidez y eficacia ante un apuro.

También puedes adquirir, en el mismo rango de precios en internet y en establecimientos especializados, un producto de limpieza específico para estos casos, similar a los eliminadores de insectos.

Eso sí, cuidado si recurres a métodos caseros como el alcohol o los limpiadores de esmaltes de uñas que contienen acetona, que pueden dañar la pintura y causar más problemas de los que solucionan.

Otros expertos recomiendan también como truco eficaz rociar la mancha con un aerosol de los denominados aflojalotodo,  que contienen en parte un aceite muy diluido y penetrante con agentes desincrustantes y así ablandarás las heces y las desincrustarás. Además se consigue lubricar la superficie de la pintura para que luego no la rayes al pasar el trapo para quitar la mancha. Eso sí, debes tener cuidado en rociarlo sobre piezas plásticas o de goma, pues puedes deteriorarlos, ni sobre los cristales. Después conviene lavar el coche o la zona afectada con agua y jabón.