Cres del Olmo (57 años, Las Mesas, Cuenca) celebra este año tres décadas inmerso en el universo de la moda y en el ámbito de los concursos de belleza, tanto masculinos como femeninos. Su trayectoria lo posiciona como un referente consolidado en el sector. A pesar de haber nacido en La Mancha, Del Olmo ha pasado gran parte de su vida en Los Realejos (Tenerife). Es aquí, en esta isla canaria, donde coordina y supervisa sus distintos certámenes.

Los inicios

El viaje de este conquense hacia el éxito, el mayor de cuatro hermanos, comenzó en las pescaderías y en la marisquería que tenían sus padres. Mientras sus amigos disfrutaban del ocio, él dedicaba su tiempo libre a ayudar en los negocios familiares.

Esta labor, combinada con la disciplina inculcada por sus mayores, sentó las bases de su determinación y perseverancia, llevándolo hasta donde se encuentra en la actualidad. A pesar de las responsabilidades, nunca permitió que el trabajo fuera un obstáculo para perseguir sus sueños.

Logró terminar sus estudios de danza, abriéndose camino en el mundo del espectáculo. Sus primeras incursiones artísticas se desarrollaron en su pueblo natal, organizando la elección de la reina de las fiestas patronales.

Posteriormente, amplió su alcance, llevando sus galas a distintos pueblos, donde algunos colaboraban con los diseños de los trajes mientras él se encargaba de la producción del espectáculo. Sin embargo, su carrera dio un giro decisivo cuando el fallecido director de Miss España, Andrés Cid, le ofreció dirigir la gala de Miss España en 2008. 

Un hito significativo en la historia de los certámenes de belleza en el Estado, que se remonta a las primeras ediciones de Señorita de España que tuvieron lugar de 1929 a 1936. Fue a partir de 1960 que se retomó con el nombre de Miss España. Este concurso alcanzó una gran popularidad a partir de 1991, cuando Telecinco comenzó a transmitirlo de manera ininterrumpida hasta 2008.

Cuando la marca Miss España enfrentó dificultades financieras, Del Olmo se hizo con los derechos de varios certámenes de renombre internacional. A través de su empresa Nuestra Belleza España, se convirtió en la fuerza impulsora detrás de concursos como Miss Universo, Miss Mundo, Miss Internacional, Míster Mundo y Míster Internacional. 

De sus concursos han surgido figuras tan conocidas como Patricia Yurena, la joven tinerfeña que conquistó en 2008 el título de Miss España con tan solo 17 años de edad y el de Miss Universo España en 2013, o Athenea Pérez, la murciana de ascendencia hispano-ecuatoguineana que se alzó con el título de Miss Universo España en 2023 y en la actualidad es concursante del programa Bailando con las estrellas de Telecinco.

Además, el reconocimiento también se extiende a personas como Alejandro Nieto, quien ganó notoriedad al triunfar en el reality show Supervivientes de Telecinco en 2022. El legado del manchego va más allá de la organización de eventos; es un testimonio de cómo la dedicación y la visión pueden convertir los sueños en realidades.

Cómo se organiza un certamen

La organización de un concurso de belleza de estas características implica una labor titánica, especialmente si el evento no cuenta con la retransmisión televisiva, lo que puede dificultar la obtención de patrocinadores. Sin embargo, lo fundamental para llevarlo a cabo con éxito radica en contar con una sede que confíe en la empresa que lo pone en marcha, un escenario adecuado, un sistema de sonido e iluminación de calidad, alojamiento para los participantes y cobertura de prensa nacional.

48 edición de Miss España. Gala celebrada en Marina d'Or (Oropesa del Mar, Castellón) el 1 de marzo de 2008 Cedida

A pesar de los desafíos, con el respaldo de una buena sede y rodeándose de profesionales competentes, todo fluye con la colaboración de patrocinadores y diseñadores. Los requisitos para participar en estas competiciones han evolucionado con el tiempo. Actualmente, se valora más la actitud, la capacidad de trabajo y la disposición para representar un proyecto social que aspectos como la altura o el estado civil.

En los certámenes dirigidos por Del Olmo, se promueve la inclusión de todos los aspirantes, independientemente de su orientación sexual o identidad de género. De hecho, hay ganadores pertenecientes al colectivo LGTBIQ+. Se busca que los participantes sean personas legales y comprometidas con alcanzar sus metas.

El consejo principal que el manchego da a los candidatos es tener claridad de ideas y una constancia firme para prepararse adecuadamente, tanto física como mentalmente. Esto implica trabajar en la oratoria, el vestuario y los ensayos de pasarela, entre otros aspectos.

Participar en uno de estos concursos es una experiencia enriquecedora. Significa vivir una semana intensa junto a compañeros en un entorno paradisíaco, con el objetivo de ganar y representar a España a nivel internacional. Las competiciones ofrecen una buena plataforma para el desarrollo personal y profesional, como lo demuestra su presencia constante en programas de televisión y reality shows.

En cuanto a las críticas hacia este tipo de eventos, Del Olmo defiende el derecho de las personas a participar en ellos, al igual que respeta las opiniones de quienes puedan cuestionar su relevancia. Considera que la diversidad de opiniones enriquece el debate y la sociedad en su conjunto.

Balance de estos 30 años

El balance que el conquense hace de estas tres décadas dedicadas a la moda y a los certámenes de belleza es totalmente positivo. Ha dedicado un gran esfuerzo y constancia, por lo cual se siente recompensado.

Respecto al futuro de las competiciones, cree firmemente en su permanencia, ya que existe un deseo generalizado de incursionar en la moda, la televisión o la interpretación. Estos concursos representan una plataforma muy importante que genera millones de euros en los medios de comunicación actualmente. Por último, la meta futura de Del Olmo pasa por conseguir una plataforma televisiva que retransmita sus certámenes y, sobre todo, seguir trabajando incansablemente.