La DGT suele realizar campañas audiovisuales muy potentes con mensajes contundentes. En el último se nos recuerda que en un accidente de tráfico puedes morir o perder tu vida y vemos las consecuencias que sufre un hombre tras chocar contra otro coche en el que viajaban una mujer y su hija que fallecen.
Él ha sido el causante del accidente tras invadir el carril contrario por mirar el móvil. De este modo, cada año la DGT refleja la cruda realidad de sufrir un accidente o provocarlo cuando se conduce y cada vez que los vemos nos estremecemos. No sé hasta qué punto son eficaces, pero seguro que a un parte de la población le llega el mensaje, como aquel anunció que impactó a toda una generación en el que ilustraban el momento de esnifar un raya de cocaína con un gusano que se introducía por la nariz de camino al cerebro. Si no se le han puesto la carne de gallina y un escalofrío le ha recorrido su cuerpo, no sabe de qué hablo.
Pero volviendo a la DGT, echo de menos el traslado de esas impactantes campañas a otros modos de transporte. Reconozco que me atormenta el escaso uso del casco entre los ciclistas o personas que se desplazan en patinete eléctrico. Jóvenes, mayores... Así que para el Olentzero le voy a pedir a la DGT que se plantee una buena campaña para promover el uso del caso. A ver si cala.