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Mesa de Redacción

Eduardo Iribarren

Agosto

AgostoN.G.

La política en Euskadi ha bajado la persiana hasta que pase agosto y salvo excepciones, como celedones, cañonazos, marijaias y fiestas de todo pelaje, época inmejorable para dar al posado institucional ese toque refrescante y popular tan del gusto de las autoridades, tiene toda la pinta que a efectos políticos hemos entrado en semanas de abstinencia total. Menos mal que a los medios nos quedan Madrid y Catalunya, donde se están ventilando materias de una enjundia impropias del solaz veraniego; o igual es eso lo que se busca, pillar al personal despistado. En el corto horizonte se vislumbran hechos tan relevantes como la investidura de Salvador Illa como president con el apoyo de una parte del independentismo, el anunciado regreso de Puigdemont y su segura detención y encarcelamiento, el acuerdo para la soberanía fiscal de Catalunya, las tensiones internas en la izquierda por este pacto de los socialistas con ERC y la reacción del PP y Vox, que llegará. Pero de momento, el que vuelve a llevarse esta mano de la partida es Pedro Sánchez. Antes de cumplir su parte, va a situar a su hombre en el Palau de la Generalitat. Porque lo del concierto económico catalán, no va a ser ni fácil, ni rápido. Y mientras tanto, el ‘procés’ será historia.