Ertzainas y policías locales custodiaban la zona acordonada, porque estaban trabajando los bomberos con dos escalas desplegadas y varios camiones en la calle Alfonso XI de Errenteria, sofocando un fuego que provocó la evacuación de tres portales y calcinó una vivienda por completo. Eran muchos los viandantes que venían por la acera, en dirección hacia el centro comercial Niessen, y varios de ellos preguntaban por dónde debían pasar. Había que retroceder 10 metros, cruzar un paso de cebra para ir a la otra acera y desde allí, dar un pequeño rodeo de no más de 50 metros, que en estos tiempos de vivir deprisa a alguno se le antojan un abismo.

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Estado en el que ha quedado el ático incendiado en Errenteria Pedro Martínez

Y en éstas, apareció un señor de mediana edad y malas pulgas, montado en una bicicleta por la acera, hasta que se topó con la cinta que le impedía el paso. Sus gestos de desaprobación y enfado no necesitaban traducción, pero además sintió la necesidad de preguntar de mala manera a dos agentes de la Ertzaintza por dónde debía ir si le cerraban la calle. Se lo indicaron, pero sus gestos de desaprobación continuaban.

Incendio en una vivienda en la calle Alfonso XI en Errenteria Pedro Martínez

Se giró hacia mí con cara de asco y dijo: “Por una tontería te cierran la calle entera”. Yo le respondí: “Hombre, hay un incendio”, pero me ignoró, se subió a la bici y se fue sorteando viandantes otra vez mientras los agentes y yo nos mirábamos cariacontecidos.