No por esperado, el boom que ha adquirido el anuncio del fichaje de Kylian Mbappé por el Real Madrid deja de sorprender. Hasta el humano más aislado seguro que ha atisbado o ha percibido, aunque sea de refilón, alguna mención al jugador francés en los últimos días. Durante las horas previas al megafichaje, adquirió incluso carácter de noticia hasta el momento exacto en que se iba a producir ese anuncio que paralizó el transcurrir habitual de muchos medios de comunicación estatales.
Una cadena de televisión se atrevió a dar la primicia de la hora y el minuto concreto en el que se iba a producir la noticia que, tal y como estaban dejando entrever, iba a paralizar el mundo. Sí, la noticia de que la Liga acogerá al considerado por muchos como el mejor futbolista del mundo, aunque esta última temporada en uno de los pocos sitios donde lo ha demostrado haya sido en Anoeta, donde marcó dos de los tres goles con los que propició que el PSG eliminara a la Real Sociedad de la Champions en los octavos de final. Es más, también fue noticia que la información se la había transmitido el propio Mbappé al presidente de la República, Emmanuel Macron, que había visitado por la mañana a su selección para desearle buena suerte para la Eurocopa. Ya saben, cuestión de estado.
