Imagínese que es la matrona de guardia de un hospital el 1 de enero y comenzamos a llamarle varios periodistas preguntando por el primer bebé del año, y si podemos hablar con la familia y hacerles fotos. Insoportable, ¿verdad? Ahora pónganse en nuestro lado. Osakidetza nos pasa un listado de contactos y los medios tenemos que llamar a cuatro hospitales, uno por uno: en Donostia tenemos que preguntar por una de las dos matronas; en Zumarraga, llamar a centralita y pedir que nos pasen con control de partos; en Arrasate, con el ginecólogo de guardia; y en Mendaro, llamar directamente a la supervisora. Desconozco por qué no se centraliza todo en una persona que esté al corriente de en qué hospital ha nacido la primera criatura, tome los datos e imágenes, si la familia accede, y los distribuya a los medios. Este año, NOTICIAS DE GIPUZKOA ha contado con la gentileza de la televisión pública vasca, ETB, que nos ha cedido las imágenes de la primera amatxo con su bebé. Dicen los compañeros enviados a cubrir la noticia al hospital de Mendaro que la persona responsable decidió primar el descanso de la familia y sólo dejó acceder a un medio, “y porque la periodista era amiga”. Desconozco si ese fue su criterio o no. Sólo pido que intentemos todos hacer las cosas mejor. O igual es que esto ya no interesa a nadie y mejor nos olvidamos.