La chinchilla, un roedor originario de los Andes, en Sudamérica, no encabeza la lista de animales domésticos más populares, pero cuenta con todas las virtudes necesarias para ser uno de los más apreciados. Se imponen a hámsters, ratones, conejos, cobayas, ardillas o jerbos 

Características

Su aspecto de peluche de pelo espeso y suave, con ojos enormes y grandes orejas redondeadas encandilan cuando se ve por primera vez.

Una joven juega con su chinchilla. Freepik

Estos ojos facilitan la visión en la oscuridad, ya que son básicamente animales nocturnos. Sus orejas revelan un fino oído, pero a la vez cumplen como reguladoras de su temperatura corporal.

Sus patas delanteras son cortas mientras que las traseras son más largas, lo que le ayuda a moverse, correr y trepar con agilidad. Los hay de cola corta y de cola larga.

Para una casa y una familia, la chinchilla tiene dos ventajas. La primera es su tamaño, menor que un conejo. Su longitud, con la cola, suele rondar los 25 cm y el peso oscila entre los 800 gr de una hembra a los 600 de un macho. La otra ventaja es su longevidad, similar a la de los perros. Tienen una esperanza de vida de entre 10 y 15 años. Ejemplares muy bien cuidados han llegado hasta los 25 años. Esto las hace ideales para que los pequeños de la casa convivan con sus mascotas bastantes años.

Su carácter es sociable pero tiende a ser asustadiza. Al principio resulta tímida y retraída, le cuesta coger confianza, pero después se mostrará cariñosa. No hay que forzar la situación y dejarla adaptarse a su ritmo, dándole espacio y chucherías. Una buena idea para su socialización es tener dos, que pueden ser del mismo género si no se quiere criar.

Cuidados

Aunque su cuidado es sencillo, necesita algunas atenciones especiales. Una vez adaptada a la rutina es importante respetar sus ciclos de descanso y actividad. Al mantener su instinto de presa, sentirse observada en su refugio la puede estresar. Esto incluye la manipulación, las caricias deben limitarse a lo imprescindible que demande su sociabilidad. Además hay que tener cuidado con su piel, es muy delicada.

Es un animal adaptado al clima andino, frío y seco, por lo que el lugar donde se coloque su jaula debe estar alejada de fuentes directas de calor y de corrientes de aire.

Su jaula tiene que ser amplia, con unas dimensiones mínimas de 120 x 60 x 45 cm. Así puede tener un espacio horizontal suficiente para poder correr y añadirle rampas y escalones en varios niveles que le permitan ejercitarse. Se puede incluir una rueda para correr. También se debe sacar por la habitación para que explore y haga carreras más largas.

Debe incluir un nido de heno donde se esconda para descansar, un suelo de viruta de madera blanca, juguetes de madera para poder roer, un arenero para la limpieza, el comedero y un biberón de agua.

Por lo que respecta a la alimentación, las chinchillas son herbívoras, por lo que casi cualquier vegetal puede entrar en su dieta. El heno suele ser la principal opción, pero no basta, necesitan un complemento vitamínico aportado por un pienso específico. En principio, y siempre atendiendo al veterinario para cada caso concreto, de los 25 gr de comida diaria, el 75% de la dieta será heno de alfalfa y otras herbáceas esparcido por la jaula. A ello se une un 20% de pienso. El resto, verdura que no tenga mucho contenido de agua y fruta.

Problemas de salud

Cada animal tiene sus debilidades. La chinchilla puede sufrir golpes de calor, problemas oculares, estomacales y dentales, hongos en la piel y en el pelo y parásitos. La principal característica de las chinchillas es su pelo suave, espeso y esponjoso. Son animales de clima seco y frío, por lo que su manto es su protección. Una alta temperatura con una termorregulación solo por las orejas las hace propensas a los golpes de calor.

Como defensa ante los depredadores, los pelos se desprenden con mucha facilidad. Esto ocasiona que si se les acaricia y se les achucha demasiado pueden perder mucho pelo.

Para cuidar su manto de piel, las chinchillas se dan baños de arena, con el riesgo de que se les meta en los ojos, algo que hay que vigilar.

En cuanto a los dientes, es un roedor, por lo que le crecen sin parar, así que es necesario que los desgasten. Juguetes de madera sin tratar o una piedra pómez pueden ser un buen remedio.

Para evitar problemas digestivos hay que vigilar la dieta y respetarla sin cambios bruscos. El síntoma más evidente de problemas es la diarrea, que también puede ser causada por el estrés.